Es curioso. Hace años que no proyecto mi compulsiva crítica contra lo que constituye, sin duda alguna, el elemento más controvertido de nuestro patrimonio cultural, la Semana Santa, ni en letras de Carnaval, ni en artículos como estos, ni en un triste tweet, ni una saeta guay. Nada. ¿Miedo a la Inquisición tal vez, Capitán Veneno? Anda que no. Si lo tuvieron Galileo y Descartes, y rectificaron oficialmente sus doctrinas, ¿por qué no iba a tenerlo yo? Sin ir más lejos, he perdido la malsana costumbre de aprovechar el Domingo de Ramos para hacer mi par de bromas en las redes y liarla con los capillitas más radicales.
Los días como hoy —y hoy el día da para bromas pesadas—, gustaba yo de desayunar frente al mar mientras, tostada en una mano y iPhone en la otra, enviaba a Twitter misivas por las que hace cuatro siglos me hubieran quemado vivo. Eran misivas de humor con aroma de incienso —insisto, bromas— que los neoinquisidores encaramados al frente de los nuevos movimientos cofrades respondían con una violencia verbal sólo a la altura de los yihadistas más perseguidos. De pronto, me daba cuenta con estupor de que —entre mis miles de seguidores— se infiltraban fanáticos que, usando como avatar el rostro de un Cristo o una Virgen, juraban justicia infinita sobre mi cabeza. Por una parte, siempre he sabido cuan cobardes son los que se esconden tras un avatar de ese tipo para atacar. Pero, por otra, también debo reconocer que los cobardes me dan miedo porque atacan, por la espalda y con pasamontañas por supuesto, que es lo malo, pero atacan siempre. Así que de momento he dejado las bromas del Domingo de Ramos, ya que muchos de los carajotes que pusieron en su cuenta YO SOY PARÍS serían capaces de hacer lo mismo con cualquiera que sople sobre su Santísima y Venerable Archicofradía de Penitencia de Nuestro Padre Jesús de la Cruz de Oro y María Purísima de los Tres Millones de Euros Bajo Palio.
Estando así las cosas, con 'Los Millonarios' decidí retirar un pasodoble faltando dos semanas para el Concurso. El motivo fue el miedo, pero otro miedo, el miedo a ofender a un colectivo que no era el objeto directo del texto, sino el indirecto. Al no estar seguro de que las intenciones quedasen claras desde el primer verso, y sabiendo la mala leche que atesoran unos cuantos manipuladores de la opinión pública gaditana, decidí en un ataque de prudencia —raro en mí, todo sea dicho— emplazar el pasodoble para otro año en el que el desarrollo del contenido quedara más claro desde el minuto cero. Siempre me quedaré con la morbosa duda de saber qué hubiera sido de las ruedas de mi coche si aquello se hubiera cantado. Pero el año que viene por mi madre que no puedo más y lo hago. Si no lo cuelo en la comparsa, lo cuelo en la chirigota y digo que es de Lolo Seda, que con eso de que es sevillano se lo pueden perdonar mejor. O no, según. Aviados estamos aquí y allí.
Yo estaré a favor de la Semana Santa —como de los toros— mientras sirva para sacar de pobres a los pobres durante una semana. Ahí no parto peras, que no están las cosas para cortar los pequeños chorros que alivian nuestra ruina. Pero me resulta inquietante hasta donde pueda serlo que las voces más críticas de la sociedad —entre las que incluyo la mía— no se atrevan a plantear públicamente el sentido de una celebración que, por muy popular que sea, no se sabe si rebosa más anacronismo que inmoralidad o a la inversa. De hecho, solo por lo que acabo de decir, tú verás la que va a caerme. Pero me da igual. Soy de los que comparte la máxima de que si lo que dices no molesta a nadie es que no has dicho nada importante y, para escribir rebajando la tinta con agua bendita —como escriben la mayoría de mis contemporáneos—, mejor callarse. Un artículo de opinión que opine como la mayoría, por definición, no opina (como la mayoría), sino que se limita a decir que sí a todo cuanto se impone desde arriba y se normaliza desde abajo, que no sé qué es peor.
Posdata homenaje a 'Los Yesterday': "pues yo cargo la bolsa de pádel y los vinilos de U2 y me voy a Atlanterra, que se está de bien allí que se caga la perra..."
JUAN CARLOS ARAGÓN
Pero siempre me va qeda la duda de porqe te casaste x la iglesia y pagasteel coste q ello conlleva. Su dinerito al cura...sus flore...porqe juan? Porqe juan? Si tu en el fondo iba pa cura picha reconoselo