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El Despertar de la Fuerza

David Torres

Vaya por delante que aunque ya he visto aún el séptimo capítulo de la saga Star Wars, El Despertar de la Fuerza, no voy a desvelar ningún detalle. Supongo que usted, como yo, espera ganas su oportunidad. Sinceramente lo recomiendo. En mi caso, además, lo esperaba con ansias porque ha sido el primero que he ido a ver al cine con mi hijo Víctor. Digo esto para que los puristas, que no frikis, que hay en mi entorno, no se me enfaden si utilizo alguna licencia poética o me desvío un milímetro de la trama real que, por otra parte, mola mucho. Al lío.

El caso es que en el Valencia CF, la Fuerza se nos está volviendo un poco perezosa y parece que le cuesta desperar. A modo de la Guerra de las Galaxias, hemos vencido una batalla al Imperio -Jorge Mendes- y a su principal valedor, Nuno Darth Vader, pero ni por esas el equipo arranca. Creímos que Gary Neville iba a ser el heredero de la fuerza, nuestra Rey (protagonista de la última película de la saga) particular, pero en la realidad no termina de arrancar. Ante el Getafe los Rebeldes quisieron, lucharon, pero terminaron en un empate técnico, insatisfactorio, que sigue sin despejar ninguna duda y que deja abiertos demasiados interrogantes sobre el futuro deportivo del Valencia y de su temporada. Vean, vean la peli y ya me dirán. Y eso que los azulones no eran la Estrella de la Muerte, precisamente.

¿Será Gary Neville nuestro Rey, el heredero de la fuerza? (Foto: David González)

Para que nada falte, la Primera Orden (los malos), resurge de las cenizas del Imperio y ya está a la vuelta de la esquina en forma de agente Jorge Mendes y mercado de fichajes de invierno.
Para que nada falte, la Primera Orden (los malos), resurge de las cenizas del Imperio y ya está a la vuelta de la esquina en forma de agente Jorge Mendes y mercado de fichajes de invierno. Nuestra princesa Leia, llamada Layhoon en el imaginario valencianista, ha prometido y se ha cansado de decir hasta la saciedad que el representante portugués no manda, que es sólo un amigo, y que no dirige en la sombra el devenir de la galaxia valencianista. Enero será el mes decisivo, la batalla final, que debe suponer un punto de inflexión en esa relación y, de paso, el momento en que la fuerza del Valencia debe despertar.
Dos motivos hay para la esperanza. Uno, que el nuevo técnico Gary Neville consiga transmitir su espíritu combativo a sus pupilos; y dos, mucho más crematístico, en forma de fichajes acertados. Porque lo que está claro es que la planificación deportiva de la temporada ha sido un auténtico desastre. Bajo la tutela de Nuno los fichajes, los refuerzos y el planteamiento de la plantilla han sido caros y desacertados. Quizá en un futuro rindan, como espera Meriton, pero ahora no dan la talla. La exhibición de Abdennour ante el Getafe, que tuvo que terminar pidiendo perdón, fue grotesca.

Ardo en deseos de ver la última película de la saga, que será la primera que vea con mi hijo.

Es pues, el momento, de plantearse qué hace falta al equipo, dónde hay que reforzarse y qué armas le damos a los rebeldes para que El Despertar de la Fuerza sea completo. Queda, como siempre le digo a mi hijo, lo mejor de la saga por venir, pues aún está por descubrir. 
No olvidemos que, aunque ahora lo veamos todo negro, la alianza valencianista sigue viva en la Copa del Rey, en la Europa League y en la Liga a pocos puntos de Europa. Los indicios no son demasiado halagüeños porque el primer trimestre del curso ha sido pésimo, pero los mimbres están ahí. Yo tengo fe en que los Negredo, Alcácer, Mina Parejo y Mustafi sigan luchando con sus espadas láser por un Valencia mejor. Entretanto, felices fiestas y que la Fuerza nos acompañe.
David Torres
Delegado de ElDesmarque Valencia     
 

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