Mira que hace años que voy a Mestalla a ver el Valencia CF y a trabajar, que observo desde mi atalaya a la Curva Nord animar y tuvo que venir un joven y prometedor periodista como Alejandro López Sanfeliu para descubrirme una historia que me hizo sonreír como hacía tiempo.
Resulta que a mitad de todos los partidos, la Curva Nord se 'calienta' y empieza a cantar "¡Que suban al patata ooohh!, ¡Que suban al patata ooohh! ¡Que suban al patata ooohh!" Normalmente es en momentos de euforio. El Patata en cuestión es un aficionado veterano, poca cosa, -simpático dicen los que le conocen- y que se presta a ir de mano en mano por la grada de animación como si nadara entre las cabezas de los aficionados. El juego, sin embargo, no termina ahí. Cuando el Patata llega arriba, y ante el jolgorio de los presentes, se comienza a oir el cántico: "¡Que bajen al patata ooohh!, ¡Que bajen al patata ooohh!" y la Curva hace la operación a la inversa.
Recomiendo vean vídeo adjunto:
Los vaivenes del Patata, grada para arriba, grada para abajo, son como los altibajos de tensión, de ánimo y de ilusión que vive el valencianismo y su aficion en los últimos tiempos. Somos ciclotímicos por naturaleza, va en nuestra genética destructora y regeneradora. Por eso tan pronto estábamos en el infierno más profundo y pensando que el equipo se iba a Segunda y que el club poco menos que iba a desaparecer con la llegada de Peter Lim y sus decisiones deportivas como fichar a Gary Neville; como soñamos con el cielo pensando en reengancharnos a la Liga tras ganar de milagro al Espanyol o en luchar por el título de la Europa League después de vencer por 6-0 al Rapid de Viena.
Pues, ni tanto, ni tan calvo. Ni el Valencia era tan, tan, tan malo como cuando estuvo doce jornadas sin ganar, ni ahora es un superequipo temible. Ni era tan maravilloso el equipo cuando le hizo media docena a los austriacos, ni es tan ramplón después de la inmerecida victoria en Granada.
Trasladado al banquillo, ni Gary Neville era tan pésimo, (aunque sigo en mis trece que al Valencia no se puede venir a aprender), ni ahora se merece la renovación a las primeras de cambio. Y escribo ésto porque he escuchado susurros, aires, rumores que aseguran que el dueño, Peter Lim, hará lo que esté en su mano porque su amigo siga a poco que tenga una oportunidad para reforzarlo.
"A lo mejor Peter Lim es multimillonario y tu y yo no no porque en estas situaciones toma decisiones con la cabeza y no con el corazón o a base de impulsos", me decía un amigo con sabiduría
Sinceramente me estremece la posibilidad. Pensaba que con la llegada de Suso García Pitarch, éste iba a planificar un proyecto deportivo desde cero para la próxima campaña.
Llegados a este punto un amigo me hacía la siguiente reflexión: "A lo mejor Peter Lim es multimillonario y tu y yo no no porque en estas situaciones toma decisiones con la cabeza y no con el corazón o a base de impulsos". Y le reconozco que puede tener parte de razón. Eso sí, si tiene que ser, si Gary Neville debe seguir como entrenador y completar su máster de aprendizaje aquí en el Valencia, al menos que le mantengan al profesor Ayestarán como maestro de refuerzo.
No conozco al patata, pero si me lee, o alguno de la Curva lo hace, me encantaría charlar con él y hacerle una entrevista para ver si a él también le han llegado los mismos rumores y preguntarle ¿si se quedaría él con Gary siempre y cuando Pako aceptara ser segundo de a bordo? Feliz semana y recuerden: igual que suben al Patata, también lo bajan. Equilibrio.
David Torres
Delegado ElDesmarque Valencia