Sigo consternado por la barbarie terrorista cometida por el Ejército Islámico en Niza. No sé si es que me hago mayor o es que veo tantas similitudes entre lo que ha sucedido en la ciudad francesa y lo que podría pasar en Valencia que me aterra sólo el hecho de pensar que podría haber ocurrido aquí. El caso es que, me ha producido tal estado de shock el atentando que casi hasta me he olvidado de los desalmados que se congratularon con la muerte del torero Víctor Barrio. Oyendo noticias, esquivando imágenes impactantes entre noticia y noticia de el Valencia CF en ElDesmarque, me topé con el término "objetivos blandos", que es un término que a fin de cuentas resume mis temores por imitación de lo que ha sucedido en Niza.
"Objetivos blandos" en términos terroristas son esas zonas donde atentar es relativamente sencillo y que cuentan con poca o ninguna capacidad de respuesta por parte de las autoridades. Ejemplos en casa hay cientos: Una mascletá, un Castillo en el viejo cauce del Turia (como en Niza), nuestras playas... No sigo que me enervo...
En el valencianismo, cómo no y saltando las distancias para que sirva de humilde homenaje a las víctimas de éste y todos lo atentados, también tenemos nuestros objetivos blandos, nuestros puntos débiles, nuestras zonas de difícil defensa, aquellos focos que al común de los mortales nos gusta atacar o meternos con ellos porque sabemos que la respuesta es imposible o difícil. Sin ir más lejos, me da la sensación que a Dani Parejo un porcentaje muy grande de aficionados le critica, le cuestiona y que cuando publicamos noticias los medios sobre si lo quiere este u otro equipo, parece que da igual, que el riesgo de que se vaya no existe y que si se marcha no lo va a notar el Valencia. Partiendo de la base que nadie es imprescindible y Parejo no es una excepción, lo cierto es que en el actual Valencia existe -nos guste o no- una 'Parejodependencia' elevada a la enésima potencia. Todo el juego con criterio del equipo parte de él y, aunque admito que a veces me desquicia su aparente apatía y actitudes como dejar la capitanía, le perdono cosas como que pierda balones, pues a fin de cuentas es el que más y mejor los arriesga, el que siempre los pide cuando las cosas van bien y cuando las cosas van mal. Entiendo que Pako Ayestarán no quiera desprenderse de él y que Suso lo declare 'difícilmente transferible (Todo se vende y se compra en nuestro mundo). Ahora, tampoco estaría mal que Parejo demostrara algún día públicamente que quiere estar y se dejara de flirtear con intereses interesados.
Unidos todo es más fácil: Ya sea combatir el terrorismo o vender jugadores y luchar contra el hastío que nos produjo el Valencia el año pasado y recuperar parte de la ilusión perdida. Está claro que en esto del fútbol lo de dejar salir para poder entrar lo llevamos a rajatabla. Feliz semana.
También me parece un objetivo blando Barragán. Con ese futbolista, profesional en el campo, encantador fuera de él y que cumplía con sus limitaciones cuando salía al campo. Su ausencia puede abrirle las puertas a jóvenes como Nando García, pero seguro que obliga al club a firmar otro futbolista para esa demarcación. Sin criticar su venta -creo que 3 millones de traspaso es una buena operación- espero ansioso cuál es la apuesta de Suso para esta posición. Encontrar alguno como él y más barato no va a ser sencillo.
Piatti, denostado y cedido al Espanyol es otro claro ejemplo de 'objetivo blando'. El argentino cayó en desgracia y la renovación a manos de Nuno no hizo más que ponerlo en el punto de mira cuando, sin ser una maravilla, siempre demostró ser un buen profesional al que jamás oí quejarse amargamente por el ostracismo deportivo que sufrió.
Y claro, es imposible acabar de referirse a los objetivos blandos sin hacer parada en el caso del propio Suso García Pitarch, uno de los preferidos de los medios de comunicación y de la afición. Él es objetivo blando por excelencia. No filtra, cuenta poco y como buen director deportivo tiene en verano un trabajazo hercúleo por delante de la leche. Además, cuenta con el añadido de que haga lo que haga será criticado, pues aún no conozco un secretario técnico que haya acertado con todos los refuerzos que ha traído, y más como sucede este año en el Valencia cuando primero tiene que vender para poder traer refuerzos.
Sin embargo, con esta afición siempre queda un resquicio para la alegría. En una semana en la que las salidas marcaron tendencia, recibir tres o cuatro whatsapps de amigos como Juanjo o Tito preguntando a qué hora presentaban a Nani porque querían ir con sus retoños me hace albergar la esperanza que, pese a los objetivos blandos, unidos todo es más fácil: Ya sea combatir el terrorismo o vender jugadores y luchar contra el hastío que nos produjo el Valencia el año pasado y recuperar parte de la ilusión perdida. Está claro que en esto del fútbol lo de dejar salir para poder entrar lo llevamos a rajatabla. Feliz semana.
David Torres
Delegado ElDesmarque Valencia