Anil Murthy me ha caído simpático. Lo admito. El tipo tiene flema, sabe estar y hace gala de un carácter bastante abierto para ser asiático. Es más, reconozco que los esfuerzos que hace por hablar nuestro idioma lo más rápidamente posible me recuerdan un poco a mi niño Víctor. Me he cruzado con él ya tres o cuatro veces en diferentes sitios de la ciudad y, comprobar como va mejorando su castellano, me produce una sensación similar a la que tengo cuando veo que mi retoño acumula conceptos y pasa exámenes con nota en el siempre difícil tercero de primaria.
Al lío. El caso es que el pasado jueves, el nuevo director general del Valencia CF, Anil Murthy se presentaba en sociedad como portavoz y cara visible del conjunto de Mestalla en el acto de hermanamiento de los clubes con el Maraton de Valencia. Esta semana será oficial su cargo de consejero en la Junta del 4 de noviembre, pero el tío ya va haciendo pinitos y, ni corto, ni perezoso, con apenas cuatro semanas de estudio, se dirigió a lo más granado de la sociedad deportiva valenciana en un buen castellano. Imagina cómo fue la cosa que hasta un versado periodista como Juanma Botella le felicitó.
Con todo, lo que realmente me sorprendió es que el señor en su corto discurso -apenas duró un minuto- se permitió el lujo de lanzar un mensaje encriptado, secreto. En el momento de escucharlo no caí. De hecho, si él mismo después del acto no me hubiera puesto en la pista, jamás habría reparado. Tuve que pedir el audio y darme cuenta que en su mensaje había una petición para el tripartito que gobierna nuestra Comunidad.
Este es el discurso de Anil palabra por palabra:
“En el poco tiempo que llevo aquí he visto la pasión de todos los valencianos, y cuando a esa pasión le añades unión y cuando todo el mundo ofrece su apoyo se hacen grandes cosas. Por eso el Valencia está al lado de este gran maratón. Asimismo, quiero felicitar a la organización, estoy deseando ver esta Maratón, famosa en España y en todo el mundo".
La frase no iría más allá sino nos ponemos en antecedentes y recordamos que el Valencia necesita el apoyo unívoco e inequívoco del gobierno valenciano para que Bruselas (que sólo responde ante los gobiernos de los estados miembros) entienda que los intereses extras que pide (23.3 millones de euros) son, además de una práctica usurera, como bien señaló la presidenta Layhoon Chan, una barbaridad injusta e irracional. ¿De dónde viene pues el temor de Murthy? Pues imagino que el singapurés, aunque lleve poco tiempo y hable poco español, ya se había dado cuenta de que, mientras el presidente Ximo Puig (PSOE) mostraba su firme voluntad en la gala de la Liga de ayudar al Valencia, su vicepresidenta Mónica Oltra (Compromís) se había mostrado cuanto menos díscola y dura con la postura del Valencia diciendo -erróneamente- que el dinero tenía que volver a los valencianos (cuando éste nunca había salido de las arcas públicas en realidad).
No sé si el mensaje llegó hasta las dependencias de Mónica Oltra pero, al día siguiente, la vicepresidenta cambió su discurso y lo suavizó. Las andanadas de Layhoon y la sutileza de Anil Murthy apaciguaron a la bestia que, tras desfogarse, prometió el apoyo gubernamental para "minimizar" el impacto de la multa. Falta, eso sí, que las gestiones ahora lleguen a buen término y la cafre de Margrethe Vestager (comisaria europea de Competencia) lo entienda y acepte rebajar unas peticiones que amenazan con cargarse los fichajes (necesarios tras las carencias que tiene la plantilla confeccionada por Suso). La tarea no es sencilla, como superar tercero de primaria tampoco lo es, pero he de reconocer que es un buen comienzo y que el Valencia, como en el caso del chaval que lanzó la botella, ha actuado con eficacia y diligencia. ¡Ay! Si encima ganáramos partidos... esto sería la leche Feliz semana.
David Torres
Delegado ElDesmarque Valencia