El Valencia CF es un sentimiento que se transmite de padres a hijos. La frase, tan manida, tan real, tan sentida y tan apropiada para estos días en los que celebramos el 99 cumpleaños del Valencia y el día del padre tiene también su reverso (no tenebroso, absténgase pues fans de Star Wars).
Sí, porque en mi casa, por ejemplo, mi padre ha sido (y es) un referente para muchas cosas en mi vida, un ejemplo de integridad, generosidad y sobre todo de ser buena persona, pero el sentimiento valencianista no se vivía en el hogar. Mi madre, otro dechado de virtudes, me cosía el escudo en camisetas blancas lisas pero lo hacía por imitación de otros niños o por petición mía por aquello de no quedarme descolgado. Pero en mi casa no se vivía el valencianismo, eran de fuera y teníamos otros hobbys.
Mi amor por este club creció de mayor, más maduro, casi en la edad profesional. Por cercanía, por sentimiento de pertenencia y, ya trabajando, enganché a mis padres, que por ver a su hijo feliz y realizado, devoraron Superdeporte, Diario de Valencia, Canal 9, la infinidad de Radios por las que he pasado y aún paso y ahora, por supuesto, ElDesmarque.
Justo en el momento en el que la vida te empieza a doblar y te descariñas y desengañas un poco de todo apareció Víctor, mi hijo, al que nunca traté de inculcarle mi amor por el fútbol y por el Valencia. Sin embargo, en los peores años de Meriton, cuando él comenzaba a razonar como una personita -tiene nueve años ahora- empezó a aficionarse al Valencia, a seguir los partidos y establecimos entre los dos un nexo, un ritual por el que, sea el día que sea, vemos los goles juntos y disfrutamos de un sentimiento que tenía aparcado. Así pues, en mi caso, gracias papá y gracias hijo, porque esto del valencianismo es un camino de ida, pero también de vuelta.
En casi 43 años de vida y más de 22 de profesión hay decenas de amigos, compañeros, y personas del mundo del fútbol que merecerían salir en esta columna. Espero que ellos lo sepan y, sino, confío en tener la oportunidad de ir diciéndoselo semana a semana. Los que ya no me leerán desde su móvil, de los que más me acuerdo hoy son de Jesús Barrachina y de Jaume Ortí. Los dos fueron como dos padres putativos para mi. Siempre dispuestos a ayudarte como persona, como periodista cuando alguna vez desbarrabas. Cuando el otro día Convento ganaba el premio a la mejor Falla de especial se me conmovió todo por dentro. "Joder Jesús, qué pena que no estés para celebrarlo aquí", pensé. Porque verlo, seguro que desde el cielo lo vio. Seguro que está con Jaume, un presidente con un corazón que no le cabía en el pecho, y que está feliz viendo como su Valencia vuelve a ser equipo de Champions League.
Por ellos, por mi padre, por mi hijo, por todos a los que el Valencia CF nos ha unido, feliz 99 cumpleaños Valencia y recuerda como cantan tus fans:
De pequeño yo te empece a seguir.
Poco a poco me enamore de ti.
Cuando juegues siempre estaré a tu lado.
No me falles Valencia, yo nunca te he fallado.
Feliz semana.
David Torres
Delegado de ElDesmarque Valencia