Dolor y honor por y para los bomberos

Qué difícil se está haciendo hablar de algo que no sea del incendio que ha dejado diez víctimas mortales y a cientos de valencianos sin casa. El titular frío no deja impasible a nadie, pero las historias como la de la familia entera que pereció junto a sus hijos te ensombrecen el alma. En estos momentos siempre aflora lo mejor de las personas y, la solidaridad de los valencianos y el arrojo de los bomberos te pone un nudo en la garganta. El momento del rescate a la pareja del balcón acorralada por las llamas tardará años en olvidárseme.

Pero por desgracia, también saca lo peor. Han sido días muy intensos para un periodista en València. Apenas uno tiene tiempo de empatizar con el dolor de las víctimas entre tanto artículo, tanta salida en pos de la declaración o la imagen o entre tanta llamada para saber si el Granada-Valencia CF se juega el 4 de abril a las 19 h o finalmente a las 21 h, como así parece..Pero cuando uno se para a pensar y opinar, a reflexionar algo más pausadamente en este tercer día de luto, detecta en algunos "corrillos de supermercado" (gran definición, José) alguna duda sobre la actuación de los bomberos y eso me parece INACEPTABLE e intolerable.

Hay quien dice que la familia fallecida quedó confinada por indicación de los responsables de apagar el incendio. No sé si fue así, pero desde luego lo cierto es que el protocolo es lo que dice que hay que hacer, y lo que es seguro es que dos de los bomberos que iban en su ayuda estuvieron a punto de perder la vida cuando el fuego les acorraló. El relato de Pilar Bernabé, delegada del Gobierno, explicando como dos de ellos se despidieron por el walkie-talkie de sus compañeros y pidiendo que no entraran a rescatarlos porque estaban seguros de su muerte es demoledor.

Escuchar a un hombre habitualmente entero como Enrique Chisbert, inspector jefe del departamento de bomberos del Ayuntamiento, decir que "los compañeros arriesgaron por encima de sus posibilidades. Las primeras dotaciones sufrieron el peligro muy de cerca", es heavy y más sabedor como era Chisbert que varios bomberos llegaron a despedirse por radio de sus compañeros cuando se vieron rodeados por la rápida expansión de las llamas y están recibiendo asistencia psicológica.

La canallada llega, a mi forma de ver, cuando Chisbert aún tiene que explicar porque los héroes son humanos y no pudieron atravesar un pasillo en llamas. "Siguiendo con el protocolo habitual, a las viviendas que tienen peligro si se meten en la escalera o se evacúa en condiciones de humo, recomendamos siempre que se queden en sus casas mientras extinguimos el incendio", indicaba el responsable del cuerpo de bomberos. "Si las condiciones de sectorización funcionan, es lo mejor. Lo contrario puede ser una evacuación desordenada que puede provocar, ahora y en lo sucesivo, múltiples víctimas en muchos incendios. En emergencias, uno más uno no son dos", decía.

Sólo la sombra de la duda le hiela el alma a uno que, antes de periodista deportivo es periodista y mucho antes que eso es persona. Por eso, me van a permitir que esta semana no me recree en los 15 años que lleva el Nou Mestalla parado o la larga lista de culpables que señalaré si Valencia no es sede del Mundial, empezando por Peter Lim pero acabando por muchos políticos de toda clase y color; o que no prevenga de que todo el mundo nos va a mirar con prejuicios el sábado próximo con la visita de Vinícius, que además se trae a las cámaras detrás. Hoy no toca adentrarse en eso. Hoy toca felicitar a la gestión de la crisis generada por el incendio por parte de las autoridades (cuando lo hacen bien, hay que decirlo), pero sobre todo solidarizarse con el dolor de las víctimas y las familias afectadas y gritar honor por los bomberos. Ponga uno en su vida. Feliz semana.

David Torres

Delegado de ElDesmarque en Valencia

dtorres@eldesmarque.com