Ya pasó y dimos la talla: ahora déjennos en paz con el dolor de Diakhaby y nuestras guerras

Se acabó el Valencia-Real Madrid. Ya pasó. Vinicius volvió y ya se fue. Menos mal. Qué alegría, ahora podremos seguir llorando a nuestros héroes caídos como Diakhaby o con nuestras guerras (Nou Mestalla y Peter Lim, menuda demostración social contra él con miles y miles de valencianistas en la calle). Podremos soñar con Europa o no. Pero lo haremos en paz, a nuestro ritmo, sin que nadie nos diga lo que tenemos que hacer. 

Recuerdo la sensación que tuve cuando acabé la carrera de periodismo: de repente noté como si un espacio físico de mi cerebro se liberaba, como si recuperara de repente un buen puñado de neuronas para pensar en otra cosa. Hoy me siento así, liberado, pensando en el homenaje a las víctimas del incendio de Campanar y consternado por la mala suerte de Diakhaby. Pero me siento liiberado de esa presión a la que hemos estado sometidos por parte del madricentrismo que vive este país. (Si en Madrid llueve, en toda España llueve, si en Madrid hay tractores, todo el país está colapsado y así todo). Vaya por delante que los que piensan de esta forma creo no lo hacen con ninguna mala intención, simplemente es que les han enseñado a poner el foco en lo suyo y a no ver el mundo desde otras perspectivas o a través de otros cristales. Quizá nos pase a los de Valencia con los de Castellón o Alicante, no lo sé.

En fútbol pasa lo mismo con el Real Madrid (con otros equipos capitalinos, curiosamente, no sucede). Desde allí te dicen como te tienes que sentir, cómo debes encajar los gestos de Vinicius y no puedes salirte del guión. Te tiene que parecer bien que ponga el puño en alto mirando a la Curva o que se coja las orejas para escuchar a Mestalla. Es un gran futbolista, pero como persona y como deportista me parece deleznable su actitud. ¿Qué pretendía demostrar? Bueno, espero que su raje contra el árbitro en Real Madrid TV no quede impune y le caigan varios partidos como a Gayà

Pero bueno, ya pasó. Ya se fue. Que siga con su vida y nos deje a nosotros acercarnos a la cama del hospital del bueno de Diakhaby a mandarle fuerzas y mucho ánimo. Que nos dejen apretar para que el Nou Mestalla se acabe de forma digna o que Peter Lim se marche. Que nos dejen ser lo que somos sin que nos tachen de racistas de llorones o de lo que quieran. Que nos dejen en paz y vayan con su madricentrismo a otra parte. Nosotros seguiremos siendo buenos, malos o peores pero fieles a nosotros mismos. Feliz semana.

David Torres

Delegado de ElDesmarque en Valencia

dtorres@eldesmarque.com