Crisis

Con la moral por los suelos y el físico de los jugadores top en horas bajas. Porque gran parte de la grada ya no pasa una. Porque no se ve mano de entrenador en los malos momentos. Pero sobre todo por estar eliminado de la Copa del Rey, de la Europa League y por perder más que ganar en los últimos meses. Por eso, el Betis está en crisis.

El primer señalado en este pésimo momento del Betis es Quique Setién. Suele ser siempre el entrenador el primero de esta lista, unas veces con más razón que en otras. No he sido yo un defensor a ultranza de Setién, más bien lo contrario, pero ha llegado un punto que la situación parece insostenible. Porque no hay rendimiento (ahora mismo) y porque hay decisiones que, creo yo, van más allá de lo puramente deportivo.

Y me explico. Setién parece, con algunas decisiones y declaraciones, estar echando un pulso a Serra, el hasta ahora gran líder del beticismo. Los méritos (y los fracasos) del Betis en los últimos tiempos deben ser compartidos, pero Setién está muy lejos de lo que ha hecho Serra en el Betis. Muy lejos. Llegar a Europa es un buen paso, pero no hace falta recordar que el Betis ha jugado en Europa más veces, incluso con peores futbolistas. Serra nunca se encaró con el bético y su éxito se fraguó en sacar rendimiento de cada futbolista. Y si el equipo funcionaba, tocaba algunas teclas para cambiar. Vaya si cambió.

Tampoco recibió Serra cánticos de que se fuera cuando ocupaba el banquillo del Betis. Este domingo ya se escuchó el nombre de Quique, unos cánticos criticados por muchos aficionados del Betis y hasta por periodistas. Y digo yo: ¿la afición siempre es soberana o sólo cuando a uno le interese? En la época de Poyet o Víctor sí estaba bien visto que la grada del Villamarín pidiera la destitución de los entrenadores. Por citar dos ejemplos recientes.

Y sigo con la crisis. Y meto también a Serra. El vicepresidente deportivo dijo hace unos días, en su habitual exigencia, que el objetivo era llegar a la final de la Copa, seguir en Europa y pelear por el cuarto puesto. Ahora sólo le queda ya lo último y está bastante difícil. En una semana se le ha caído el chiringuito y está en su mano revertir la situación. Por eso cobra, como también para hacer fichajes que mejoren lo que hay o que necesite el entrenador. Y ahí Serra ha fallado, sobre todo en enero. Estaría bien saber por qué llegó otro lateral derecho y no un izquierdo, o por qué una joven promesa de un precio bastante elevado, que hubiera venido bien para otras contrataciones.

Seguimos. Ahora está en el entrenador sacar jugo (y juego) de todo lo que tiene. De momento no ve a Emerson en el equipo, Lainez cada vez tiene menos recorrido y algunas posiciones de jugadores son, cuanto menos, discutibles. Y termino con los jugadores: nadie se puede escapar de esta crisis, porque el rendimiento de muchos ha bajado y a otros ni se les espera.

No se me olvida. La llegada de Serra al Betis dejó en un segundo plano a los dirigentes, por su bien. Pero también tienen Ángel Haro y su Consejo una parte importa de responsabilidad en esta crisis. A lo mejor en esas reuniones continuas que tienen los miembros de la comisión deportiva acaban por decirle al entrenador que o gana o está en su casa. Como ha pasado toda la vida.