El día 2 sin fútbol en la cuarentena por la crisis del coronavirus aparece aún peor que el día 1. Era lógico y todo apunta que en los próximos días las cifras pueden ser muy preocupantes. Sólo hay que ver cómo están las estaciones de Metro y Cercanías en diferentes ciudades como Madrid o Barcelona. Hacinados y sardinas enlatadas. Quédense en casa todos los que puedan, por favor. Por ustedes pero también por nosotros. Por favor.
Con más medidas del Gobierno y el cierre de las fronteras, ahora hay que estar todo el tiempo en casa. No echen a suertes quién saca al perro (una vueltecita, no conocer todos los escondites de su ciudad) o tirar la basura (esa tarea que nadie quería hacer antes). Teletrabajo de momento y con los niños, que tienen sus clases particulares con sus padres. No está mal del todo el plan. A mí me gusta.
Pero no hay fútbol y en mi casa se nota. Ya decía ayer que mi hijo no se olvida de su Betis, más bien todo lo contrario. Entre juego y juego, entre pintura y pintura, aparece algo relacionado con el Betis. "Papá, a mí me gusta mucho Joaquín, pero también me encanta Borja Iglesias. Le dicen el Panda, ¿será por la barba?", me pregunta el chiquillo de cinco años.
Y me trae un dibujo con el escudo del Betis y Borja Iglesias, o el Panda, como protagonista. Hoy no está Joaquín, pero sí el delantero que por ahora no ha encontrado su mejor nivel en el Betis. Mi hijo no entiende de millones, pero sí de goles. "Papá, ¿puedo ver en el ordenador o en el móvil los goles de Borja Iglesias?". Por desgracia, no son muchos, pero están en ElDesmarque y mi hijo Gabriel saborea los goles de Borja Iglesias.
Recuerdo que el Día de Reyes mi hijo convirtió unos muñequitos del Betis en sus jugadores. El Panda no faltó en su once titular. Tampoco Joaquín. Pero está claro que este día a día es más llevadero cuando sientes el fútbol de verdad. Se echa de menos, pero pronto estará aquí de nuevo. Pronto estará de nuevo jugando el Betis y mi hijo disfrutará. Con su Joaquín y también ahora con su Borja Iglesias.