Lo primero, perdonen ustedes que ayer falté a la cita con el blog. No se pasó del todo, pero era el Día 17 y ese número es sagrado para mi hijo por su idolatrado Joaquín Sánchez. "Joaquín el del Real Betis", como dice él. Así que no quise usar mucho ese número y tomé un respirito, que también viene bien en estos momentos. Un parón para tomar más impulso y para seguir soñando. Hay que soñar, hay que creer. Este maldito coronavirus no va a ser mejor que nosotros. Aunque ya haya hecho mucho daño.
Saquemos una sonrisa. O un enfado, porque más de una familia ya está hasta ahí de lo retos virales. ¿Quién no ha hecho ya durante este confinamiento uno de esos retos que van rulando por los grupos de Whatsapp o por las redes sociales? ¿Uno? ¿Dos? ¿15? Espero que alguien todavía no haya sucumbido a esta moda para pasar uno de los ratos del día. Pero va a ser difícil encontrarla, eso sí.
Empezaron los famosos, los jugadores más importantes, otros menos conocidos y ya llega hasta cualquier grupo. Menos mal que el negro famoso de Whatsapp no ha aparecido, o eso creo. Y en los grupos del cole, como tengas varios hijos (es mi caso), ya es una locura máxima. Es de agradecer la unión y amistad en estos momentos tan complicados, pero es que llega un momento en el que la batería del móvil se apaga. Estás viendo uno, has sido citado en otro y te está entrando a la vez uno más. Impresionante.
En mi caso, digo la verdad. Fui incapaz, pero incapaz, de hacer el reto de los 10 toques con el papel higiénico. El que cogí, me lo quedé ya para mí porque había tocado demasiadas veces el suelo y no estaba para compartir... Y sólo he hecho otro: dos vasos de vino del tirón. Mira que no soy muy de beber, pero acepté el reto sin problema. Y cumplí. Ahora, cuando mi mujer me dijo que no se había grabado bien y que no lo podía mandar al grupo en cuestión... Gente, sigan quedándose en casa.