Llegamos al día 49 de este confinamiento por el maldito coronavirus con ganas de que sea 2 de mayo y que se pueda salir a correr. Yo tengo un tirón en la pierna derecha, que me entró sólo de pensarlo, pero entiendo que haya mucha gente feliz. Y espero, también, que hay mucha gente consciente de lo que nos seguimos jugando, aunque podamos estar dando paseos o carreritas por la calle. Porque si la situación es complicada, aún puede ser peor en un futuro. También en lo laboral.
Hoy es el Día del Trabajador y me acuerdo de aquellos que tienen trabajo y de los que no lo tienen. Este momento es tan cruel que muchas familias se han quedado sin ingresos, con la esperanza de que pronto vuelva. La salud es lo primero, pero la maquinaria debe empezar pronto, siempre con todas las ayudas posibles para la gente. No abrir por abrir, que parece que es lo que va a ocurrir. Entiendo perfectamente que haya quienes no vayan a abrir sus negocios en la primera fecha que les corresponda. Muchos van a seguir perdiendo dinero.
Este 1 de mayo era también el día de celebrar la romería en mi pueblo. En Aguadulce (Sevilla), casi todo el pueblo se iba al campo a pasar un rato juntos, cantando, comiendo y bebiendo. Este año no será posible, lógicamente. Yo hace años que no voy, pero recuerdo algunas vivencias de pequeño. Aquel motorista borracho de vuelta al pueblo fue histórico. Vamos, que se cayó y nos temimos lo peor. Pero era un día genial para pasar con amigos, un camino en remolques adornados o en coches particulares. Era un buen día.
El 1 de mayo es el cumpleaños también de Carmen, la hija mayor de mi prima Margari. Este año será diferente pero feliz al mismo tiempo. Ellos saben el motivo. Como todos nosotros seremos felices si seguimos aguantando el tirón, los que nos tienen que ayudar a todos nos ayudan de verdad y nos quedamos casi todo el día en casa. Pasen un buen día, aquellos que puedan. Y ánimo.