Uno tiene que cortarse ante la comida de lujo que nos preparan en Los Tamarises de Ereaga viendo como se cuida nuestra Virginia Berasategui. Una ilustre de Bilbao, flamante tricampeona del triatlón de la Villa, y que afronta un año muy especial, el del final del camino, que hoy repasamos para todos ustedes en ElDesmarque.
El último de una carrera más que brillante que le ha llevado a traspasar la prensa deportiva para convertirse en un icono de la ciudad. Ha sido farolín, pregonera e incluso ha logrado recibir los contantes piropos del alcalde Iñaki Azkuna por su "buena figura", labrada a base de miles de horas de entrenamiento.
Las mismas que ya lógicamente pesan a sus 38 años, 25 machacándose como una fiera, amén del desgaste psicológico de la alta competición. Aunque Virginia asegura sentirse "como una veinteañera aún", cree que es "hora de dar paso a otras cosas, necesito nuevos retos, y que sean complicados porque soy una persona muy activa y con muchas inquietudes". Entre ellas la moda o la ópera.
- Por cierto, tema de actualidad estos días: ¿Qué tal la despedida de San Mamés desde el palco?
Más que el partido en sí lo importante era lo que significaba y, aunque no soy futbolera, me pongo en lo que es estar ahí abajo y el ver a 40.000 personas ovacionándote me hace sentir esa pasión y me da envidia sana como deportista.
- Y tú qué tal te encuentras, porque te duelen hasta las pestañas...
Pues fíjate que no soy de lesionarme pero ahora me ha venido la mala racha junta. En el último Bilbao Triatlón con el frío sufrí mi primera lesión muscular, y también -echándome una flor- por el aguante que tengo. Porque cualquiera no llega a meta ya que no podía ni andar... Pero no paro hasta el límite y eso se paga, lo mismo que el invierno que hemos tenido que lo ha agravado todo.
- Pese a esos problemas físicos dándolo todo en el Triatlon de Bilbao y ya van 3 victorias en casa...
Es un circuíto que a mi me va, por eso elijo perfiles como este con las dos subidas al Vivero o la del Alpe D`Huez, soy escaladora. Estar en casa y por carreteras que conozco, en la Ría, a nada que esté bien me amoldo perfectamente y sé que puedo competir con los mejores.
- En algunos momentos lo pasaste mal por el gemelo derecho y te dió fuerzas la familia, tu ciudad...
Está claro que cuando ves a la gente animándote eso hace que el dolor sea algo menor. Nunca se me pasa por la cabeza retirarme, pero la emoción de la llegada a meta que viví compensa todo lo que pasé. Era mi manera de despedírme.
- Ha habido algunas quejas, ¿ha sido para tanto?
Es que la organización no puede alquilar el tiempo. Tuvo la mala suerte de que salió el peor día en varios meses, porque hubo viento, frío, lluvia, encima bajó la temperatura prevista, hubo corriente en la Ría... Pero, en fin, todos somos mayores y hay que ser consecuentes y atenerse a salir o no. Hay gente que no está suficientemente preparada y es un circuíto exigente, pero que fue muy duro para todos, así que luego no se puede echar pestes fuera ya que tú elíges tomar la salida.
Nadie te obliga.
- ¿Cómo resumirías estos últimos meses de entreno para el Bilbao Triatlón?
Han sido de los más complicados de mi carrera. En parte por el tiempo que hemos vivído, enfermé en febrero con una bronquitis que casi acaba en pulmonía. Recupérate de eso con mal tiempo,... encima me caí y me golpeé la rodilla mala y aún así he llegado a un buen punto de forma. Pero todo eso mentalmente me ha supuesto mucho esfuerzo y concentración, el aprender a decir que no porque íba muy justa y necesitaba entrenar y descansar como nunca, pero quitándole tiempo a cosas que me gustan, y han sido meses muy duros, la verdad.
- Has anunciado tu retirada de la élite. ¿Cómo llega una a la conclusión de que hay que colgar el maillot?
Pues cuando ves que cada vez te cuesta más no competir sino el camino. El triatlón te permite competir 5, 6 u 8 veces al año, el resto es entrenar y si no disfrútas es un sufrimiento contínuo. Llevo años pensándolo y además aunque podría seguir, que sería lo más cómodo, tengo muchas inquietudes. Necesito nuevos estímulos y retos complicados que me hagan evolucionar en otros ámbitos de la vida.
- Son 25 años dále que te pego, ¿qué es lo que más quieres disfrutar el día después de...?
Pues lo primero que quiero permitírme es el disfrútar de la tranquilidad. Algo que va a ser una tarea dura, el saber disfrútar de no hacer nada. Me gusta hacer cienmil cosas, quiero probar muchas pero aún no he decidido que camino voy a seguir.
- ¿Cómo llevas el último año de una carrera estelar, hay sensaciones distintas, más presión?
No porque soy igual de profesional que el resto de mi carrera, la gente de mi entorno no me mete presión, para nada, soy yo la que tiene mucha exigencia personal. En parte es por eso que al final he tomado la decisión, porque estoy al 100% o no, o lo hago como a mi me gusta o nada. Seguiré en el deporte pero ya no a este nivel.
- Has perdido el Mundial y Zarautz, ¿tus principales retos deportivos del año?
Tengo el Extreme Man en julio en Getxo, campeonato de España, Menorca y algo que me hace ilusión de siempre pero que no he podido ir por Hawaii, el medio ironman de Alpe D'Huez. Le tengo muchas ganas y creo que incluso luego estaré unos días allí a mi aire subiendo las cimas del Tour de Francia.
- Una ilustre de Bilbao, has sido pregonera, farolín y hasta te han puesto en un escaparate en la Gran Vía...
Sí, jajaja, la verdad nunca lo pensé, soy una privilegiada encima siendo mujer y de un deporte minoritario. Soy afortunada pero también me lo he currado con los resultados, también he estado en todas partes, me he hecho conocida y la verdad es que estoy más contenta con estas distinciones que por todos mis logros y medallas deportivas.
- Tiempo atrás nos dijiste que le dabas vueltas a tu futuro, que a veces tienes hasta pesadillas con eso, ¿ya lo tienes claro?
Eso es inherente a mi, por eso os decía que tengo que intentar disfrútar del día a día, porque no sé que es lo que voy a hacer y me despierto a medianoche por esa autoexigencia. Pero llevo toda la vida trabajando y creo que me merezco probar otras cosas, tranquilizarme y ya con tiempo decidir.
- Te imaginas a toda una Virginia Berasategui buscando un trabajo con un horario fijo y unas vacaciones limitadas...
No, no, no me veo jajaja... Probé una vez y no sirvo para eso, igual sería lo más cómodo pero me veo currando muchas horas al día. Tengo que aprender a dedicarme atención, me he olvidado de mi durante mucho tiempo y deseo encontrar algo que me satisfaga como persona y me dé para vivir. He sido mi jefa siempre y esa flexibilidad de elegir horarios, etc... no sé si podría dejárme estar en una oficina, además yo necesito la calle.