La afición del Real Madrid cuenta con que, en algún momento, Kylian Mbappé vestirá la camiseta blanca. Se ha hablado tanto sobre el fichaje del futbolista francés que gestos como la última pelea con Thomas Tuchel se entiende como un guiño para el club blanco. Y el propio futbolista juega con esto, repartiendo 'likes' en Instagram tras el enfrentamiento a jugadores madridistas, aunque esto es un arma de doble filo.
Vale, pongamos que Mbappé tensa tanto la cuerda con el PSG que termina declarándose en rebeldía para fichar por el club blanco. La afición merengue se frotaría las manos pero ¿qué hace pensar a los madridistas que eso no lo podría repetir para salir del club más adelante?
Es difícil comportarte bien cuando compartes delantera con Neymar e Icardi, pero de Mbappé depende que su carrera esté protagonizada por su fútbol o por sus líos
Tomemos un caso parecido: Gareth Bale. En el verano de 2013, el futbolista utilizó el 'transfer request' que poseen en la Premier League para pedir su salida del Tottenham con destino al Real Madrid. No entrenó durante todo el mes de agosto y eso se tomó como una declaración de intenciones de que su deseo era vestir de madridista.
Ahora, el problema no es que Gareth Bale quiera irse, pero sí inquietan sus repetidas ausencias de los entrenamientos sin que el club emita parte médico. El compromiso del galés con el club ha quedado reducido a los ratos que le permiten irse a jugar al golf.
Kylian Mbappé, poco a poco, va adquiriendo esa etiqueta que tanto gusta otorgar a los futbolistas, la de díscolo. El haber triunfado desde muy joven ha llevado a que el futbolista se crea por encima del bien y del mal y hay que corregir esa actitud que podría dejarle por el camino.
Si el Real Madrid se deja una cantidad estratosférica en fichar a Mbappé ya puede asegurar el jugador que va a seguir el recto camino de la disciplina. Si no, a por otro.