La vuelta a la tortilla

Han pasado 58 días desde la última jornada de Liga ante el Valencia y las sensaciones en el Sevilla son radicalmente distintas. Aquel día el equipo de Emery ató la novena posición y la plaza de Liga Europa, pero la temporada había sido un fracaso.
El día 4 de junio, Del Nido prometía, después de reconocer la situación que en ese momento se vivía en el club, un "cambio del 50% de la plantilla" en el marco de un proyecto "de tres años como máximo". Iba más lejos asegurando que "todo el mundo debe saber que se le puede mover el sillón" y se señalaba como principal responsable de todos los errores cometidos aunque negaba rotundamente cualquier posibilidad de dimitir. "Ni lo contemplo, esa palabra no existe en mi vocabulario, no me pregunten por ella porque no la conozco". El propio desveló que Monchi había puesto su cargo a disposición del consejo de administración, siendo rechazada su moción.
Desde entonces, el Sevilla ha vendido por valor de 62 millones de euros, entre otros a Navas y Negredo, ha fichado por algo más de 25 millones, ha presentado una polémica campaña de abonados y ha logrado una asombrosa paz institucional, por impensable hace algunos meses, a base de saber ilusionar a la afición.  Incluso el propio Del Nido parece más fuerte que en muchos momentos de la temporada cuando tiene un micrófono delante.
Como resultado de todo esto, cuando más acuciante es la crisis, el Sevilla, a tres semanas prácticamente del primer partido de liga, ya ha superado el número de abonados de la temporada pasada y se pone como objetivo llegar a 35.000. De momento, gracias a sensaciones, pero lo que está claro es que Del Nido, de momento, le ha dado la vuelta a la tortilla.