El Sevilla ha perdido y ofrecido una mala imagen ante el Villarreal, en un partido en el que el club había dicho por activa y por pasiva que había en juego algo más que tres puntos.
Si por algo se ha caracterizado el equipo en este tiempo es por ser un cuadro sólido y que para ganarle hay que sudar sangre, sudor y lágrimas. Esa imagen seria de equipo rocoso brilló por su ausencia en la segunda parte del Estadio de la Cerámica. La segunda parte del Sevilla fue pésima. Falta de concentración desde el inicio y una marcha menos que en la primera mitad. Durante los segundos 45 minutos no pareció que este Sevilla, que todo lo quiere, deseara la segunda o la tercera plaza, o que soñara con la Supercopa de España. La grandeza también se ve en este tipo de choques.
Muchos aficionados béticos piensan que el Sevilla no hizo todo lo posible para ganar, pensando en la influencia que tenía su resultado hacia el eterno rival. Esos pensamientos son propios de otra época. Aquella en la que el Betis perdía con el Sporting y el Sevilla con el Oviedo para fastidiar al enemigo local. Hoy las situaciones son bien distintas, pero la relajación en la segunda mitad fue la misma. En la primera mitad el Sevilla fue un equipo serio. En la segunda, el Sevilla no fue el Sevilla. Es normal que algunos piensen mal cuando en solo 15 minutos el equipo desconecta de esa manera.
Ahora queda conseguir el récord histórico de puntos y por qué no, optar a la tercera plaza. El Barcelona sigue estando a dos puntos y este Sevilla, si es el Sevilla, puede hacerlo.
La exigencia consiste en dar lo máximo hasta cuando no lo necesitas tanto. Dos veces perdió el Sevilla ese instinto este año. Frente al Chelsea y frente al Villarreal. En ambos encajó cuatro goles. Aprender y reflexionar de esta buena temporada.
El dejarse "mear" encima no es de recibo. La bajada de brazos ante el Villarreal, no tiene justificación. ¿Es imaginable a un Madrid o un Barcelona o un At. de Madrid con esa actitud? no, porque son equipos grandes, con verguenza y piensan en su historia y en sus aficionados, hemos hecho un ridiculo espantoso, por mucho que se haya conseguido la cuarta plaza que es lo que habia que hacer por presupuesto así que no es ninguna machada el haberlo conseguido, pero la veguenza de ayer es infumable.