Ambos mandaron un mensaje porque lo que les interesa es lo deportivo, en batir si es posible el récord del mundo de 2,45 m que ostenta el cubano Javier Sotomayor. "Siento vergüenza cuando me preguntan por este tema. No es bueno hablar de estas cosas, yo sé muy poco de política", dijo Ukhov. "Estuve hace dos semanas en Estonia para una reunión del equipo, no se podía ver la televisión y no se ocupaban de la política", afirmó Bondarenko.
En la cita italiana llegaron como favoritos al triunfo, aunque finalmente fue el catarí Mutaz Essa Barshim, con 2,41 m, quien finalmente se colgó la medalla de oro. Un duelo que se repetirá en muchas ocasiones en los próximos meses, a la espera de que el conflicto se quede sólo sobre el tartán.