El entrenador del South Alabama, Joey Jones, intentó frenar a su jugador en una jugada aislada en la que acabó golpeando a su técnico con los tacos en la cara haciéndole una herida.
Ryan Onkaa, descontrolado por el lance, acabó rodando fuera del terreno de juego, justo al lado de su entrenador, que en el intento de frenarlo para evitar la caída, terminó recibiendo una patada inesperada.
Tras el choque, Joey Jones continuó dando órdenes desde la banda, a pesar de que sus compañeros en el banquillo intentaban ayudarlo a solucionar el sangrado.