La nueva plusmarquista nacional de lanzamiento de disco, Sabina Asenjo, ha reconocido a Efe sentirse "en cierto modo liberada" después de haber superado la barrera de los 60 metros, lo que le servía para poner fin a la supremacía de más de dos décadas de la gallega Ángeles Barreiro.Fernando Pérez Soto
"Es cierto que, por momentos, se había convertido casi en una obsesión, en un tema psicológico, porque veía como iban pasando los años y no era capaz de superar los 60 metros y con ello aspirar a la mejor marca nacional -la ha colocado en 60,74-", ha señalado la atleta del FC Barcelona que en la tarde de ayer lograba el registro en el control realizado en el CEARD de León.
En la propia conversación que mantenía en la noche de ayer, una vez logrado el objetivo, con su madre, ésta le insistía en que "llegan los que aguantan, porque nadie es consciente a veces de lo que supone intentar acercarte o superar tu techo", ha manifestado.
La lanzadora de la pequeña localidad berciana de Lillo ha experimentado un salto cualitativo desde que hace casi tres años decidió ponerse en manos de todo un especialista en los lanzamientos, moldeador de grandes talentos, como es el leonés Carlos Burón, y trasladarse al Centro Especializado de Alto Rendimiento (CEARD) en la capital leonesa.
"Mucha culpa de este récord conseguido está en mi primer entrenador Nacho Morán porque vivió lo peor, los primeros años de formación, pero Carlos me ha enseñado lo que es el atletismo de verdad, la alta competición, donde se entrena al máximo nivel para lograr una meta y esa prioridad absoluta del deporte es la clave del éxito, además de darme mucha confianza en el trabajo", ha dicho.
Pero antes de que ayer el disco se fuera más allá de los 60 metros, Sabina Asenjo ha tenido que superar una temporada pasada en la que, a pesar de estar bien físicamente, le costó adaptarse al cambio técnico de la finalización del lanzamiento por lo que los resultados no fueron los esperados.
En la actual campaña, el invierno lo califica de "caos, con problemas físicos", todo lo contrario que la época estival, en la que, desde la primera competición en Pamplona, empezó a sentirse "cómoda" con lanzamientos largos, por lo que siente que está viviendo "un momento en el que todo sale bien y hay que saber aprovechar".
Por eso ya tiene puesto en el punto de mira su próximo objetivo, la marca mínima -61 metros-, tanto para el mundial de Pekín (China) de este verano, como para los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro (Brasil) en 2016, principal reto al que llegaría ya en la treintena.
"Ahora me veo más cerca de este registro -a tan solo 26 centímetros-", ha reconocido, aunque ve complicado que pueda lograrlo este próximo fin de semana en la ciudad rusa de Cheboksary, donde disputará con España la Copa de Europa de selecciones.
"Es una competición difícil porque tan solo son tres lanzamientos y solo puedes lanzar más si te colocas entre las tres primeras, por eso lo fundamental es asegurar una buena marca para lograr puntos para el equipo y después arriesgar, aunque puede no haber margen de error y sería una casualidad lograrlo", ha comentado.
Sin embargo, la atleta berciana dispone del mes de julio para conseguir el objetivo con diferentes competiciones en las que tomará parte, la Copa de España de Federaciones, el Nacional o diferentes reuniones internacionales, a lo que habría que añadir su presencia como invitada, aunque ella prefiera lograr su participación en el mundial con el registro exigido.