La estadounidense Tianna Bartoletta, que fue campeona mundial de longitud en 2005 como Tianna Madison, recuperó el título diez años después gracias a su último salto, de 7,14 metros, que relegó al segundo lugar a la británica Shara Proctor (7,07).La serbia Ana Spanovic, que llegó a los Mundiales de Pekín con una marca de 6,88 metros en longitud, regresará a casa con un récord nacional de 7,01 y la medalla de bronce.
La calificación había sido muy dura. Por vez primera en la historia, saltando 6,65 no se pasó a la final.
La primera criba había seleccionado como favorita a Spanovic, medallista de bronce en el Mundial anterior, que batió el récord nacional con 6,91 metros y fue la mejor de todas. En la final empezó con diez centímetros más todavía (7,01).
Un salto por encima de los siete metros, barrera que sólo había saltado este año Bartoletta (7,12) garantizaba la medalla.
Pero la canadiense Chritabel Nettey y la propia Bartoletta estaban cerca al terminar la segunda ronda, a sólo seis centímetros de la serbia, ambas con 6,95, y en la tercera irrumpió con 7,07 la británica Shara Proctor, que en 2009 fue sexta compitiendo para Anguila y en 2013 repitió resultado en Mscú, ya como británica.
La última ronda inclinó la contienda del lado de Bartoletta, una experta relevista en 4x100 (oro con Estados Unidos en la final olímpica de Londres 2012) que a punto de cumplir los 30 años ha conquistado su segundo mundial con diez años de diferencia.
Sorprendentemente, no estaba en la lucha la defensora del título, la estadounidense Brittney Reese, ganadora de los tres mundiales anteriores, que había caído en la calificación con un pobre registro de 6,39 pese a haber contado con viento favorable de 1,1 metros.