María Kuchina elevó la moral del alicaído equipo ruso en los Mundiales de Pekín con su victoria en la final de altura gracias a su menor número de fallos con respecto a la croata Blanka Vlasic y a otra rusa, Anna Chicherova, con quienes compartió la marca de 2,01 metros, en tanto que la española Ruth Beitia acabó quinta con 1,99.Dos años después de perder en la final de Moscú ante su compatriota Svetlana Shkolina y la estadounidense Brigetta Barrett, Chicherova y Beitia, que compartieron el bronce moscovita, volvían a batirse por las medallas en ausencia de la campeona, que ha estado lesionada gran parte de la temporada.
Chicherova, muy consistente en grandes campeonatos, partía como favorita, encaramada al primer puesto del ránking mundial del año con 2,03. Su compatriota Kuchina, campeona del mundo bajo techo, y la española también han superado la barrera de los dos metros esta campaña, y ninguna más.
La batalla comenzó con el listón en 1,88, altura que saltaron las trece finalistas. En 1,92 cayeron cinco y en 1,95 otras dos. Beitia cometió aquí su primer fallo y estaba última entre las seis supervivientes.
La barra trepaba ahora de dos en dos centímetros. Cinco saltaron 1,97, y esta vez la española lo hizo a la primera, lo que le sirvió para ascender al tercer puesto. Las cinco superaron la barra en 1,99 al primer intento, y la alemana Marie Jungfleish, que se había dejado dos oportunidades para esta altura, también la saltó al fin.
Beitia falló sobre 2,01 y retrocedió al cuarto puesto, para después ser adelantada también por la polaca Kamila Licwinko. Anna Chicherova, Maria Kuchina y Blanka Vlasic sí pudieron con esa altura y se jugaron las medallas en 2,03.
Ninguna de las tres tuvo éxito en su triple ataque, de modo que no hubo cambios en el orden definitivo: Kuchina, que había seguido un concurso impecable hasta este última marca, se coronó campeona, seguida de Vlasic y de Chicherova.
Nacida en Armenia hace 33 años, Chicherova ha regresado a la elite tras su maternidad y se proponía recuperar el título mundial cuatro años después de su victoria en Daegu.
Vlasic, que ganó aquí la plata olímpica en 2008 con la mejor marca no ganadora en unos Juegos (2,05), luchaba por recuperar el nivel de hace unos años después de su operación en el talón izquierdo en 2012, que le hizo perderse año y medio de competición.