El expresidente de la Federación Internacional de Atletismo (IAAF), el senegalés Lamine Diack, confesó ante los investigadores franceses que pidió dinero a Rusia para financiar su carrera política a cambio de ocultar sospechas de dopaje sobre decenas de atletas rusos.Así lo revela hoy el vespertino francés "Le Monde", que ha tenido acceso a la transcripción de la confesión de Diack ante los agentes de la Oficina Central de Lucha contra las Infracciones Financieras y Fiscales (OCLCIFF), que abrió una investigación por presunta corrupción en el seno de la IAAF.
El expresidente, de 82 años, fue interrogado en dos ocasiones, el 2 y el 29 de noviembre pasados, la segunda vez por un juez instructor.
Tras horas de arresto, Diack acabó por confesar que llegó a un acuerdo con el presidente de la Federación Rusa de Atletismo (ARAF), Valentin Balakhnichev, para obtener financiación para su carrera política a cambio de no sacar a la luz las irregularidades en el pasaporte biológico de decenas de atletas rusos en vísperas de los Mundiales de Moscú de 2013.
Según se desprende de su confesión, el hombre que dirigió la IAAF entre diciembre de 1999 y agosto de 2015 tenía la intención de presentarse a las presidenciales de Senegal de 2012 en contra de Abdoulaye Wade.
O, al menos, de apoyar a la oposición, para lo que "tenía que financiar viajes, actos de campaña, vehículos", según su confesión.
Diack necesitaba unos 1,5 millones de euros y "había esos problemas de suspensión de atletas rusos a pocos meses del Mundial" de Moscú.
"Nos pusimos de acuerdo y Rusia financió", indicó Diack, que precisó que Balakhnichev, que también era tesorero de la IAAF, lo organizó todo junto a su hijo Papa Massata Diack, responsable de márketing de la organización.
El expresidente de la IAAF aseguró que el dinero llegó a la oposición a Wade, que perdió en aquellos comicios la presidencia de Senegal frente a Macky Sall, actual jefe del Estado senegalés.
A cambio, según el testimonio de Diack, "había que retrasar la suspensión de los rusos sospechosos de dopaje" a después de los Mundiales de 2013, algo que encargó a su consejero jurídico Habib Cissé, también imputado por la justicia francesa pero que en sus declaraciones ante los investigadores negó los hechos.
Sin embargo, los agentes franceses saben que Cissé efectuó numerosos viajes a Moscú en 2012 y saben que en uno de ellos trajo 70.000 euros, 20.000 de ellos en efectivo, suma que, explicó, se debe a sus labores de labores de asesoramiento a la Federación Rusa sobre asuntos relacionados con el dopaje.
Lo cierto es que pese a esas irregularidades en los pasaportes biológicos los atletas rusos participaron en los Juegos de Londres y, posteriormente, en los Mundiales de Moscú.
El tercer imputado en el caso es el que fuera responsable de la lucha contra el dopaje de la IAAF Gabriel Dollé, que según "Le Monde" también confesó ante los investigadores.
En su testimonio señaló que le pidieron expresamente retrasar la investigación sobre los datos anormales del pasaporte biológico de atletas rusos porque en paralelo se estaban negociando importantes contratos publicitarios y que una noticia de ese tipo podía echarlos por tierra.
Dollé aseguró que le pagaron por ello 50.000 euros, además de los 140.000 que le dieron cuando a finales de 2014 abandonó la IAAF, 90.000 en líquido de manos del propio Diack.