Josephine Onyia, plusmarquista española de 100 metros vallas, ha sido suspendida a perpetuidad por dopaje y Antonio Jiménez Pentinel inhabilitado por tres años por posesión de sustancias dopantes, ha informado hoy la IAAF en su boletín oficial.El verano pasado, Onyia, que estaba seleccionada para competir en los Mundiales de Pekín, no viajó con el equipo tras conocerse que había dado positivo por anabolizantes en los campeonatos de España, disputados el primer fin de semana de agosto en Castellón.
Onyia, de 29 años, nigeriana de origen, ya estuvo cuatro años suspendida por dopaje por reincidencia y ahora queda suspendida a perpetuidad. Dio positivo por primera vez en septiembre de 2008 en Lausana y unos días después se repitió el resultado en Stuttgart. La Federación Española la exculpó, pero la IAAF presentó recurso ante el Tribunal de Arbitraje del Deporte (TAS), que la suspendió por dos años.
Onyia regresó a la competición el 10 de noviembre de 2010 y en julio de 2011 volvió a dar positivo, esa vez por el estimulante metilhexanamina. La Española la suspendió por dos años. Este ha sido, por tanto, el cuarto positivo de la vallista.
En cuanto a Penti, que fue campeón de Europa de 3.000 metros obstáculos en Múnich 2002, fue detenido el 11 de marzo de 2014 acusado de posesión y tráfico de sustancias dopantes. En su domicilio sevillano se hallaron jeringuillas, ampollas con hormona de crecimiento y sangre lista para realizar autotransfusiones, entre otras sustancias.
Pentinel, de 38 años, fue el atleta más famoso afectado por la denominada Operación Jimbo, que se saldó con trece detenidos en las provincias de Córdoba, Sevilla, Málaga, Huelva, Valencia y Cantabria.
Por el mismo motivo que Penti, posesión de sustancias dopantes, y en la misma operación policial, han sido suspendidos también Iván Hierro (dos años) y Víctor Salazar (cuatro).
Por otra parte, relacionado con una operación distinta aunque también por posesión de sustancias dopantes, ha sido suspendido por dos años Álvaro Lozano. En 2013 la Policía desarticuló en Alovera (Guadalajara) una red de venta de productos dopantes a China por la que se llegó a detener al atleta madrileño.