La gobernanza en el mundo del deporte y los aspectos a mejorar en esta materia centraron la jornada inicial del Curso de Prevención Penal en el Deporte, que desde hoy y hasta el próximo día 26 desarrollará el Instituto de Postgrado de Estudios Españoles e Internacionales (INPE).La iniciativa está dirigida a formar e informar a los órganos de administración, áreas jurídicas o cualquier asesor de persona jurídica que quiera conocer las responsabilidades penales en que podría incurrir una entidad y los cauces que ofrece la ley para evitar o reducir el riesgo de comisión de delitos tras la última reforma del Código Penal, en vigor desde julio de 2015.
El curso, cuya dirección académica corresponde a Pedro Bautista y Beatriz Saura, de la firma Legal y Económico, consta de cuatro sesiones para abordar las normas administrativas y las entidades deportivas; la responsabilidad penal de la persona jurídica; los aspectos prácticos de los delitos de posible comisión por las entidades deportivas y los planes de prevención de delito en la empresa.
La jornada inicial incluyó la exposición del magistrado del Tribunal Contencioso Administrativo Alberto Palomar, en la que destacó la complejidad de la actividad deportiva por la mezcla de aspectos públicos y privados, nacionales e internacionales.
En su opinión, el fuerte incremento de los intereses económicos, el problema de la asignación de las sedes de acontecimientos deportivos, los intereses de los continentes y la asociación del deporte con valores muy relevantes para la sociedad son aspectos que influyen en la gobernanza deportiva.
Palomar se refirió al "gran activo" que supone la adjudicación de la organización de eventos deportivos, a los que van ligados importantes contratos de patrocinio y hacen que los estados sean capaces de realizar cualquier esfuerzo adicional por conseguirlos y que la sociedad lo acepte por su imagen y vistosidad.
Según su exposición, el control final de la actividad ha estado aparentemente en el ámbito del Derecho penal, pero los controles se centran en aspectos económicos y no se ubican en el plano de las decisiones ni del funcionamiento de la organización.
Las reglas generales de gobernanza y de toma de decisiones quedan en manos de la decisión y el control asambleario, consideró Palomar, para quien queda un largo camino por recorrer en materia de buen gobierno en el deporte, ya que "la falta de conciencia real sobre su necesidad ha retrasado su aplicación".
En su opinión, en el ámbito federativo "el problema central es la adjudicación de eventos y la inexistencia de instrumentos reales de control" y "no es fácil establecer esquema de control que no implique una mayor consideración de los valores democráticos que exigirían reducir el nivel de cooptación y de designación de los presentes respecto de los futuros".