Víctor Martín Rebollo, el soldado de la Unidad Militar de Emergencias (UME) que falleció este sábado en acto de servicio en el rescate de un montañero desaparecido en el Pirineo aragonés, ha recibido hoy la Cruz al Mérito Militar en su distintivo amarillo y la Medalla de Oro de Protección Civil en su distintivo rojo.El ministro de Defensa, Pedro Morenés, ha sido el encargado de depositar los distintivos sobre el féretro de Martín Rebollo, en un acto en la Base Aérea de Zaragoza, donde está ubicado el IV Batallón de Intervención en Emergencias del que formaba parte.
Estas condecoraciones se entregan a los fallecidos en actos de servicio meritorios, por acciones de grave riesgo, heroísmo y solidaridad, han explicado en el acto.
Martín Rebollo, de 33 años y casado, murió ayer al despeñarse en una caída vertical de 40 metros durante el operativo de búsqueda y rescate del montañero zaragozano José María García Fernández, desaparecido hace una semana en una zona próxima a San Nicolás de Bujaruelo (Huesca), del que iba a ser relevado de forma inminente.
Era miembro de las Fuerzas Armadas desde mayo de 2009 y en junio haría tres años desde que fue destinado en la UME, han informado fuentes de la Unidad.
El ministro ha estado acompañado por el Jefe de Estado Mayor de la Defensa (JEMAD), Fernando García Sánchez, y el teniente general jefe de la Unidad Militar de Emergencias (UME), Miguel Alcañiz.
Al acto también han acudido autoridades autonómicas y locales como el presidente de Aragón, Javier Lambán, y su consejero de Presidencia, Vicente Guillén, el presidente de las Cortes, Antonio Cosculluela, el delegado del Gobierno en Aragón, Gustavo Alcalde, y la segunda teniente de alcalde de Zaragoza, Elena Giner.
Antes de entregar la bandera que cubría el féretro a la esposa del fallecido, el teniente coronel Jefe del IV Batallón de Intervención en Emergencias, Juan Manuel Salom, ha definido a Martín Rebollo como un soldado "con mayúsculas" que ha entregado su vida "al servicio a España y a los españoles".
Especialista en rescate vertical y en espeleosocorro, Salom ha recordado que el militar ha desarrollado a lo largo de su carrera distintas labores en incendios, nevadas o inundaciones, pero que "el destino" quiso que fuera la montaña, "su pasión", la que se lo llevara.
En su memoria, ha instado a redoblar esfuerzos para seguir su ejemplo y ha asegurado que seguirán buscando al desaparecido "con más ahínco si cabe".
Asimismo, los militares presentes han coreado tanto la canción "La muerte no es el final", en honor a todos los caídos en actos de servicio, como el himno de la UME.
Tras el homenaje, el soldado ha recibido sepultura en Zaragoza en la intimidad.