La española Raquel Álvarez, que hoy conquistó el bronce en el salto de altura en el Campeonato Iberoamericano de Río de Janeiro con una marca de 1.84, considera que aún está con tiempo de alcanzar la mínima para clasificarse a los Juegos Olímpicos de agosto próximo y regresar a esta ciudad brasileña."Mi objetivo es saltar 1,93 para conseguir volver aquí a Río, así que tendré que seguir trabajando y cuidarme mucho porque los tendones (duelen) un poquito", afirmó a Efe la toresana que en marzo pasado se convirtió en la subcampeona española en salto de altura, con una marca de 1.90, la mejor de su carrera.
Álvarez garantizó el tercer lugar en el Iberoamericano de Río de Janeiro con una marca de 1.84, por debajo de la estadounidense Chaunte Lowe, que con su mejor resultado en la actual temporada (1.96) se quedó con el oro, y de la brasileña Valdileia Martins, que con 1.84 se adjudicó la plata.
La española aseguró que espera lograr esa marca a finales de junio en un meeting internacional que se disputará en España. "Espero estar saltando bien en esa época", afirmó.
Sobre su medalla en Río de Janeiro, manifestó satisfacción por el bronce pero no con el resultado.
"Mi objetivo era haber saltado 1,87 y bueno, para la próxima será. Por lo menos, me voy muy contenta de haber estrenado el estadio (de los próximos Olímpicos), de haber estado aquí y muy emocionada, la verdad", aseguró.
"El objetivo era poder llegar al podio y me hubiese gustado saltar sobre 1.87, que es en lo que he fallado. Pero, bueno, teniendo en cuenta que hemos tenido pocos días de adaptación y los dolores que tenía, no está mal. Estoy contenta", dijo.
Álvarez admitió que tras el 1.90 que consiguió en marzo pensaba que en Río de Janeiro conseguiría el 1.93 pero que tendrá que aplazar esa meta.
La decimoséptima edición del Campeonato Iberoamericano es disputada entre hoy y el lunes en esta ciudad brasileña por 400 atletas de 26 países en la misma pista del Estadio Olímpico de Río de Janeiro en que se celebrarán las competiciones de atletismo de los Juegos Río 2016 en agosto próximo.
El estadio estuvo cerrado dos años para obras y fue reabierto esta semana para la prueba que servirá como evento preparatorio para los Olímpicos, por lo que los competidores del Iberoamericano son los primeros en experimentar la pista azul sintética montada para los Juegos.