Carolina Marín, campeona olímpica, mundial y de Europa de bádminton, anunció este viernes que dejará de hospedarse en la residencia de alto rendimiento Joaquín Blume, en Madrid, donde ha pasado los últimos nueve años.La jugadora se marchó en 2005 de su Huelva natal para residir en ese Centro de Alto Rendimiento y ponerse a las órdenes de su entrenador, Javier Rivas.
"Después de nueve años viviendo en esta habitación -ocupó siempre la 205 de la residencia-, hoy me despido de mi segunda casa. Empiezo una nueva aventura, pero seguiré entrenando en el CAR", declara Marín en las redes sociales.
La campeona española se muestra muy agradecida a estas instalaciones y sus trabajadores por darle todas las facilidades durante estos años, especialmente al director, José Ramón López Díaz-Flor, al que califica de "maravilloso" y que la ha tratado "como una hija".
"Voy a echar muchísimo de menos mi preciosa habitación", subraya la mejor jugadora del mundo, que recientemente decidió no competir en los próximos torneos por unas molestias físicas.