En la pasada Maratón de Londres se pudo ver un gesto de esos que engrandecen el deporte, cuando el corredor Harrier Matthew ayudó a su compañero David Wyeth a llegar a meta cuando este colapsó y se había quedado sin fuerzas.
A pocos metros de completar el recorrido de una de las maratones más prestigiosas del mundo, David llegó al límite y acabó exhausto después del esfuerzo realizado. Harrier, que pasaba a su lado, no quiso que ese trabajo finalizara sin recompensa, y se lo echó al hombro para recorrer con él el último tramo de la carrera, junto a un miembro de los servicios médicos allí destinados.
El gesto les valió el aplauso de todos los presentes en la meta londinense, incluyendo los príncipes británicos William y Harry, que asistieron a la prueba. Estas son las acciones por las que el deporte es grande.