Yulimar Rojas, la nueva rosa de los vientos del triple salto mundial
Con la medalla de oro ganada hoy en los Mundiales de Atletismo de Londres, la venezolana Yulimar Rojas se ha erigido como la nueva rosa de los vientos que marcará los puntos cardinales del triple salto en el presente ciclo olímpico.Gustavo Borges
A los 21 años, una edad en la que muchas deportistas apenas presumen de medallas juveniles, Rojas se estiró hoy hasta 14.91 metros para derrotar a la monarca olímpica colombiana Caterine Ibargüen en una final con aroma latinoamericano decidida por apenas dos centímetros.
Con cara de niña y unas piernas largas que se estiran en el tanque de salto como alas de un ave gigante, Yulimar faltó al respeto por primera vez a Ibargüen el pasado 8 de junio en la reunión de Roma, donde la venció y marcó un antes y después en su vida de deportista.
Ese jueves fue santo para la venezolana porque regresó a la condición de humana a Caterine, una atleta con aliento de semidiosa del atletismo entre los Olímpicos de Londres y los de Río de Janeiro en los que ganó todo.
Ibargüen reaccionó y el mes pasado derrotó a 'Yuli' en Mónaco pero no asustó a la 'millennial' originaria de Puerto La Cruz que siguió respetando a la rival, pero ya no la asumió como un ser superior.
El sábado pasado se clasificaron a la final y hoy marcaron sus territorios pronto y desde ellos saltaron al vacío horizontal en una mezcla de derroche físico con elegancia y limpieza cuando se trató de caer.
Caterine pegó primero con un 14.67 en la primera ronda, que lideró, Yulimar subió la parada a 14.82 en la segunda y la colombiana recuperó el primer lugar con un 14.89 en la tercera.
A falta de tres saltos se esperaba un salto por encima de 15 metros en cada caso, pero tal vez la tensión pesó y sucedió lo diferente, Yulimar hizo su peor registro, 13.69 en la cuarta vuelta y Caterine no mejoró su marca. En la quinta la venezolana se comunicó con ella misma, repasó los consejos de su entrenador Iván Pedroso y llegó a 4.91 para ganar el oro.
La rival no se dio por vencida. En su último intento aceleró en la carrera, despegó con prestancia y ejecutó bien los tres saltos, pero quedó en 14.71, lo que significó entregar su título mundial, lo cual la dejó con sabor ferroso en la boca porque fue más estable que su rival con todos los intentos de 14.67 o más.
"Soy feliz, quiero sobrepasar a mi entrenador que tiene nueve títulos mundiales", dijo Rojas en la televisión en referencia a Pedroso, nueve veces rey del mundo en salto de longitud, hoy una especie de patriarca sabio que poco a poco ha pulido el talento de Yulimar y ya la tiene como monarca mundial con un registro personal de 15.02.
Hace un año Yulimar Rojas levantó la mano como una grande del atletismo al ganar el Mundial bajo techo y medalla de plata olímpica. Hoy relevó a Caterine como nueva reina de triple salto y pinta para ser el modelo a seguir en una prueba que hasta hace unos años siempre fue territorio de las europeas y alguna que otra cubana, pero hoy tiene su mezquita en el Sur de América.