La estadounidense Brittney Reese, que ya era la única con tres títulos mundiales de longitud, volvió a marcar n hito histórico al conseguir su cuarta corona ocho años después de la primera, con un salto de 7.02 metros.Dos centímetros le dieron el triunfo a Reese sobre Darya Klishina, la única rusa que pudo competir en los Juegos de Río 2016 en virtud de un permiso especial de la IAAF, estando la Federación Rusa suspendida por connivencia con el dopaje.
Otra estadounidense, Tianna Bartoletta, campeona olímpica y mundial, competía por su tercer título. Los dos primeros los consiguió, curiosamente, con diez años de diferencia. En Helsinki 2005 venció con sólo 19 años tuvo que esperar un decenio antes de obtener el segundo.
Pero en Londres Bartoletta sólo ha podido ser tercera con una marca de 6,97 en su último intento, que le permitió apear del podio a la serbia Ana Spanovic, bronce olímpico y actual campeona de Europa, que había subido al podio en los cinco últimos grandes campeonatos y aspiraba a colgarse aquí preseas de más quilates.
En los nacionales de Estados Unidos Bartoletta había batido a Reese, subcampeona olímpica en Río y campeona aquí en Londres hace cinco años, que llegaba con el mejor salto de la temporada (7,13).
Reese fue la primera que superó los siete metros, con 7,02 en su tercer salto. Después no mejoró, pero ese salto fue suficiente para ganar.