Ni el frío detiene el deporte

Una ola de frío invade España. Medio país se encuentra cubierto por la nieve y los termómetros marcan bajo cero, pero el deporte sigue adelante. Este fin de semana ya hemos visto campos de fútbol nevados. El Coliseum o el Wanda Metropolitano nos brindaron una de las imágenes más heladas de la jornada.

Si jugar alrededor de los tres grados en la capital española parece una gesta difícil de superar, jugar a 25 grados bajo cero parece algo 'inviable'. Pero nada más lejos de la realidad. Este fin de semana se esperaban temperaturas muy por debajo de los 25 grados bajo cero en Green Bay, Wisconsin, pero la ciudad no se 'congeló' para ir a ver a su equipo. Green Bay Packer y los San Francisco 49ers se veían las caras en un partido único para conseguir el acceso a las semifinales de conferencia de la NLF, y allí estaban 79.222 espectadores para animar a su equipo. 72.922 seguidores que no dudaron en agotar las entradas que salieron a la venta. 
Aunque las temperaturas temperaturas también pueden jugar a nuestro favor. Puede llegar a ser una baza importante para aquellos equipos, y jugadores, que están acostumbrados. Esto se explica porque las temperaturas muy bajas dificultan la respiración y provocan la aparición del cansancio mucho más rápido. Por el contrario, cuando hace mucho calor, se produce un exceso de sudoración, lo que conduce a la deshidratación.
Unos síntomas que perfectamente se puede sufrir en estadios históricos de la amplia y generosa geografía española como el José Zorrilla o Los Pajaritos. De hecho, el templo pucelano es conocido como el 'estadio de la pulmonía' por las bajas temperaturas que allí han sufrido sus aficionados.