Rabat asiste al final de la hegemonía de Lasitskene en el salto de altura
La racha de 45 triunfos consecutivos de la atleta rusa Mariya Lasitskene tocó a su fin esta tarde en el mitin Mohamed VI de Rabat, novena cita de la Liga de Diamante, donde salió derrotada de una competición de salto de altura por primera vez desde el 23 de junio de 2016.
Incapaz de superar el listón colocado a 1,94 metros en ninguno de sus tres intentos, Lasitskene hincó la rodilla 25 meses después, un período durante el que se coronó campeona del mundo al aire libre (Londres 2017) y bajo techo (Birmingham 2018), pero en el que no pudo competir en los Juegos Olímpicos de Río por la sanción impuesta a Rusia (razón por la que compite bajo bandera neutral).
Hoy, su mejor salto apenas alcanzó los 1,90 metros, lejos de los 2,04 (mejor marca mundial del año) que rebasó hace apenas dos semanas en París, donde había prolongado su hegemonía en la Liga de Diamante.
La búlgara Mirela Demirova y la ucraniana Yuliya Levchenko, primera y segunda respectivamente (ambas con 1,94 pero con un nulo menos en el caso de la búlgara), se convirtieron así en las primeras saltadoras que vencen a Lasitskene desde que otra rusa, Anna Chicherova, la derrotara en Cheboksary (Rusia) el 23 de junio de 2016.
Lasitskene no fue la única saltadora estelar que mordió el polvo marroquí; el plusmarquista mundial de pértiga, el francés Renaud Lavillenie (6,16), realizó un pobre concurso y se quedó en unos pírricos 5,45 metros.
Así, dejó vía libre al campeón del mundo, el estadounidense Sam Kendricks, cuyo mejor salto (5,86) certificó su victoria sobre el polaco Pawel Wojciechowski y el ruso Timur Morgunov (ambos con 5,80).
La que no falló fue la colombiana Caterine Ibargüen, imperial en el triple salto: en un concurso impoluto, no realizó ningún nulo y firmó la mejor marca mundial del año, al rebasar por partida doble (14,96 y 14,91) el registro obtenido hace dos meses por la estadounidense Tori Franklin (14,84).
Fue tal su superioridad que su peor salto (14,40) le habría bastado para ser cuarta, únicamente superada por la jamaicana Kimberly Williams (14,47) y Franklin (14,42).
Entre las sorpresas, hubo una celebrada con especial furor: la del corredor local Brahim Kaazouzi, que ganó contra pronóstico en el 1.500 (3:33.22) al vencer al noruego Filip Ingebritsen (3:33.40) y al yibutí Ayanleh Souleiman (3:33.42).
Tanto el 3.000 obstáculos masculino como el 5.000 femenino depararon carreras de alto nivel, y en ambas pruebas un keniano registró la mejor marca mundial del año: Benjamin Kigen en la primera (8:16.19) y Hellen Obiri en la segunda (14:21.75).
También se lució la sudafricana Caster Semenya, que decidió correr una modalidad no puntuable para la Liga de Diamante (1.000 metros lisos) en busca de un récord mundial que no llegó, si bien logró el mejor tiempo de 2018 en esta distancia (2:31.01).
Y en los 3.000 metros lisos el público presenció una autoritaria victoria del etíope Yomif Kejelcha, doble campeón del mundo en sala de la distancia (2016 y 2018), que también estableció la mejor marca mundial del año (7:32.93) en esta modalidad no olímpica.
En los 100 metros, la presencia de los tres hombres más rápidos del año (los estadounidenses Noah Lyles, Ronnie Baker y Michael Rodgers) no impidió el triunfo de su compatriota Chris Coleman (9.98).
El joven jamaicano Akeem Blomfield, de 20 años, ganó por primera vez una prueba de la Liga de Diamante, al ser el más rápido en los 400 metros (44.33) por delante del catarí Abdalleleh Haroun (44.69) y el británico Matthew Hudson-Smith (44.79).
En los 200 metros, la bahameña Shaunae Miller-Uibo sumó su segundo triunfo del año en la Liga de Diamante (22.29), con un podio completado por la británica Dina Asher-Smith (22.40) y la estadounidense Jenna Prandini (22.60).
También se cumplieron los pronósticos en los 100 metros vallas, con victoria de la vigente campeona olímpica, la estadounidense Brianna McNeal (12.51), y sus compatriotas Sharika Nelvis (12.58) y Pamela Dutkiewicz (12.72) en segunda y tercera posición.
Con Semenya ausente en los 800 metros, la burundesa Francine Niyonsaba hizo valer su favoritismo y, con una marca de 1:57.90, se impuso a la jamaicana Natoya Goule (1:58.33) y a la marroquí Rababe Arafi (1:58.84).
Por último, los restantes concursos se saldaron con victorias de la alemana Christina Schwanitz en peso (19,40) y el estonio Magnus Kirt en jabalina (89,75).