Jakob Ingebrigtsen, de 17 años, el menor de los tres hermano noruegos que competían este viernes en la final europea de 1.500 metros, fue el ganador de la carrera y el único de los tres que subió al podio.
Jakob había adquirido en la recta de meta una ventaja tan grande que su victoria no corrió peligro pese a que sus energías se agotaban a ojos vistas en los últimos metros.
El pequeño Ingebrigtsen venció con un tiempo de 3:38.10 y por detrás llegó como un avión el polaco Marcin Lewandoski, letal en el esprint, para llevarse la medalla de plata con 3:38.14.
También el británico Jake Wightman recogió cadáveres en la recta hasta cruzar la meta tercero con 3:38.25, desalojando del podio al mayor de los Ingebrigtsen, Henrik, mientras que el intermedio, Filip, defensor del título, llegaba perdido en la cola del grupo, duodécimo.
Los tres hermanos protagonizaron la gesta histórica de coincidir en la final de los campeonatos de Europa. Henrik, el mayor, tiene 27 años; Filip 25 y el benjamín, Jakob, 17. Tal vez soñaron con subir juntos al podio, pero sólo el pequeño cumplió su parte.