Las autoridades francesas han decidido restringir las ascensiones al Mont Blanc por la que es la vía más utilizada, después de los incidentes repetidos que se han producido este año, pese al límite de entrada que se estableció desde mediados de julio.
Fuentes de la prefectura (delegación del Gobierno) explicaron hoy que se requerirá una declaración que será objeto de control en la entrada y en el trayecto de la que se conoce como la "vía real", que pasa por el refugio del Goûter y por la cresta de Bosses.
Además de las indicaciones del recorrido, habrá que precisar si se harán una o dos pernoctaciones, con las correspondientes reservas en los albergues, o en el caso de los más aventurados, sin hacer noche, señalaron las fuentes.
La prefectura no confirmó la cifra que se había filtrado de 214 montañeros al día, una cuota que estaría determinada por las capacidades de los tres refugios que hay en la "vía real".
Se limitó a señalar hace falta reflexionar sobre las pistas en las que ha trabajado con el alcalde de la localidad de Saint Gervais, Jean-Marc Peilleux, con la Federación Francesa de Clubes Alpinos y de Montaña, con las Compañías de Guías y con el Pelotón de Gendarmería de Alta Montaña.
Unas pistas que deben examinarse por sus implicaciones jurídicas y prácticas, en particular por el impacto que podrían tener para otras rutas de ascenso del Mont Blanc.
El prefecto, Pierre Lambert, había dictado un decreto de restricción temporal el pasado 14 de julio ante la superación repetida de los límites de acogida en el refugio del Goûter y los riesgos de perturbación del orden público, que estuvo acompañado de un despliegue "excepcional" de gendarmes.
Sin embargo, pese a la disminución del número de montañeros que intentaban llegar al techo de los Alpes, el delegado del Gobierno reconoció que no impidió acabar con todas las infracciones y con los comportamientos incívicos o incluso violentos, entre los que figuraron agresiones de grupos de visitantes con guías.