La atleta estadounidense Shalane Flanagan dio en 2017 la victoria femenina a su país en el maratón de Nueva York, después de 40 años de sequía, y hoy aseguró que si vuelve a competir este domingo es por el "entusiasmo" que le han contagiado otras mujeres con las que compartirá carrera.
"Lo que me hizo querer volver fue la plantilla de mujeres estadounidenses que van a correr y que sueñan, 'A lo mejor es mi turno, mi oportunidad'. Ese entusiasmo suyo me emociona y me hace querer formar parte de la carrera", explicó en rueda de prensa.
En una sala situada junto a la línea de meta de Central Park, donde el año pasado, a los 36 años, se coronó tras un "trabajo extremadamente duro", Flanagan dijo que no tiene "ni idea" de lo que hará tras este maratón, pero ya que no ganó en su Boston natal, decidió "darle otra oportunidad" a Nueva York.
"Estoy igual de ilusionada, pero ahora tengo paz y calma, no esa sensación de desesperación que he podido sentir en el pasado, de tener que forzar las cosas", desgranó la deportista, "abierta a seguir el ritmo" que marque el pelotón.
Flanagan rompió la racha de la triple campeona keniana Mary Keitany en 2017 y se impuso en una sorprendente última etapa con un tiempo de 2 horas, 26 minutos y 53 segundos, el segundo más rápido alcanzado por una estadounidense en la carrera de la Gran Manzana, donde debutó en 2016.
La también medallista olímpica parte como una de las grandes favoritas frente a profesionales eminentemente internacionales, con las más veloces nacidas en Kenia o Etiopía, pero no es la única corredora local en la que se centran las apuestas.
Según la organización, hay un "alza de mujeres estadounidenses" en la prueba de larga distancia y entre ellas destacan "estrellas" como Des Linden, que ha triunfado en el maratón de Boston con un hito similar al de Flanagan, ya que ninguna compatriota había ganado allí en 33 años.
La campeona actual, en este sentido, dijo que estaba en contacto con Linden y que sigue en redes sociales a las otras atletas estadounidenses, junto a las que cree que aportará "carisma" a la carrera. "El éxito reproduce éxito", señaló.
Además de ellas dos, competirán en Nueva York este domingo Molly Huddle, Allie Kieffer, Sarah Sellers y Stephanie Bruce, nombres recurrentes entre los dorsales que se acercan a los primeros puestos de los podios del circuito.
"La lista de este año incluye tres de las mejores cinco y cuatro de las mejores diez corredoras de los Campeonatos de Maratón de EE.UU., representando el mejor cuadro de mujeres estadounidenses en este maratón desde las pruebas olímpicas de 2016", señala la organización.
En cuanto a los estadounidenses en la categoría masculina, el plantel de deportistas de élite incluye a Shadrack Biwott, de 33 años y nacido en Kenia, que quedó tercero este año en Boston, y Abdi Abdirahman, de origen somalí, uno de los más veteranos.
Con 41 años, Abdirahman presume de haber logrado el puesto más alto para EE.UU. en las dos últimas pruebas de Nueva York, séptimo en 2017 y tercero en 2016, y hoy dijo a los periodistas que no da "nada por descontado" pero está "aquí para ganar la carrera".