Logroño ha reunido este lunes a 7.288 corredores en su San Silvestre, lo que supone un nuevo récord de participación en una carrera en la que el objetivo era superar los 7.014 participantes de la pasada edición.
En lo que no ha habido novedad es en los primeros clasificados de la prueba de nueve kilómetros, en la que han ganado David Martínez y Marta Castroviejo, del Añares, han vuelto a cruzar en primer lugar la meta.
Logroño sigue firme en su tradición de terminar el año con una de las carreras más multitudinarias de todo el año, no solo en participación, sino por los miles de ciudadanos que apoyan a los corredores por las calles y, en especial, en la meta, en el paseo de El Espolón.
No obstante, era difícil superar el récord de participación del año pasado, con siete mil corredores entre las tres pruebas que integran la San Silvestre de la capital riojana: una "mini" para niños, una popular de casi cuatro kilómetros y la destinada a federados y a los más preparados, de nueve kilómetros.
Pero ha quedado claro que los logroñeses quieren mantener la tradición y han tomado el centro de la ciudad, la mayoría con la camiseta rosa, este año, conmemorativa de la prueba, pero también cientos de ellos con disfraces individuales y de conjunto, porque en la modalidad popular se premia eso precisamente, la originalidad.
Luego ha llegado la prueba más "seria" en la que se repiten "piques" entre los atletas riojanos, pero en la que desde 2015 impone su dominio el najerino David Martínez, uno de los mejores fondistas españoles. Este lunes también ha rebajado su mejor tiempo y ha terminado con 26.37 y más de un minuto de ventaja sobre los mismos participantes que le siguieron el año pasado, Nacho Hernando y Miguel Ferrer, los dos del Ferrer Sport Center.
Poco después cruzó la meta Marta Castroviejo, con un tiempo de 31.15, con lo que también ella ha vuelto a repetir la victoria de la última carrera de 2017.