Adel Mechaal, campeón europeo en pista cubierta en Belgrado 2017 y cuarto en el 1.500 del Mundial de Londres al aire libre, llega a la Reunión de Madrid con la reciente mejor marca europea de 3.000 y dispuesto a volver con éxito al 1.500, prueba en la que quiere brillar en el próximo Mundial de Doha en octubre.
"Estoy haciendo muy buenos entrenamientos y espero refrendar mañana en Madrid el estado de forma que me permitió hacer en Boston 7.45.56 ", registro que representa la mejor marca europea hasta el momento.
Será el regreso de Mechaal al "milqui" desde su cuarto puesto en Londres, distancia que marcará toda la temporada. En la pista de Gallur pondrá el punto de partida para el gran objetivo del año, el Mundial de Doha en el mes de octubre, aunque antes deba pasar por la estación del Europeo de Glasgow entre el 1 y 3 de marzo.
"Doha es el objetivo. Creo que si llego bien, sin lesiones ni contratiempos, puedo plantar cara a los mejores y aspirar incluso al podio, si bien la competencia será muy fuerte".
Para preparar el asalto al podio mundialista, el atleta nacido en Tetuán (Marruecos) hace 28 años, quiere dejar zanjada su planificación hasta octubre, que pasa por una concentración en altitud, en Font Romeu, lejos "del insoportable calor de Madrid en verano", con presencia por temporadas de su entrenador, Antonio Serrano,y de un fisioterapeuta, aspectos que deberá cerrar con la Federación española.
"Iré al Europeo a tratar de revalidar la medalla de oro, pero mis entrenamientos ya están enfocados al 1.500. Regreso a esta prueba y es la que haré en el Mundial. Mi planificación pasa por una estancia en altitud de dos meses antes de la cita".
Mechaal recordó las buenas experiencias de haber preparado el Mundial de Londres al aire libre con un mes en altitud, "aunque no tuviera presencia de mi entrenador y fisio" y dos para el Europeo de Amsterdam, donde se colgó el oro.
"La estancia en altura no le viene bien a todo el mundo, hay factores mentales que influyen y eso se nota a la hora de competir. por mi compañero Javi Guerra prefiere otro escenario de preparación. Llevo dos años en Madrid, me gusta la ciudad y en invierno se está fenomenal, se entrena muy bien en la Casa de Campo, pero en verano, a 38 grados, es imposible", explicó.