Saúl Ordóñez afronta los Europeos en pista cubierta con la tranquilidad que le concede sentirse ya "cómodo" en el 1.500, después de haber logrado todos sus éxitos en el 800, y considera que ha dado "un gran salto" en la nueva distancia.
"Estoy en buena forma y la situación es buena. Tengo trabajo todavía por delante para el 1.500 pero he dado un buen salto y me siento muy cómodo, algo que no me ocurría años atrás", declaró a EFE el leonés.
Reconoce que el 1.50 "es un poco complicado tácticamente, sobre todo en pista cubierta" porque -explica- "el forcejeo en un 800 tomas una decisión y lo resuelves, mientras que en 1.500 hay más variantes. La clave es estar tranquilo y moverse sin grandes cambios de ritmo en posiciones delanteras".
Con respecto a los hermanos noruegos Ingebrigtsen, favoritos tanto en 1.500 como en 3.000, asegura que "son grandes atletas y llega el momento de verse contra ellos. Son los referentes en Europa. Jakob está muy bien, a ver qué tal responde en las dos pruebas", apuntó Ordóñez, que nunca se ha enfrentado a ellos.
"Lucharé por llegar a la final", anticipó, "pero será complicado. Si hacen tres semifinales, a dos clasificados por carrera, va a estar difícil. Estoy bien, siempre he sido rápido y creo que puedo estar en la final. Llego séptimo por marca y puedo estar ahí. Luego, si paso a la final, es cuestión de jugársela y a ver qué pasa".
Saúl Ordóñez, junto con Jesús Gómez -reciente campeón de España- y Adrián Ben, competirá este viernes en la primera ronda de 1.500 a partir de las 12.50, hora peninsular española.