David Ramiro
Madrid, 5 jun .- El español Kilian Jornet, que encadena récords por cumbres de todo el planeta como la ascensión al Everest dos veces en una semana, con récord incluido, en 2017, declaró a EFE que dos de los deportes que practica, el esquí de montaña y las carreras de trail, tienen "una cultura detrás" que no tienen unos Juegos Olímpicos de invierno.
Jornet (Sabadell, Barcelona; 1987) está viviendo un año de cambios. Ha sido padre de una niña por primera vez y a nivel deportivo ha decidido, en vez de correr muchas carreras y afrontar retos exigentes, centrarse en el circuito de las Golden Trail Series. En una de sus pruebas, la prestigiosa Zegama, logró ponerse hace unos días la 'txapela' de campeón por novena vez. Después de ganar viajó a Madrid a un acto de Salomon para charlar con EFE.
P: ¿Por qué ha decidido aligerar su calendario de carreras?
R: He hecho temporadas de cincuenta carreras corriendo veinte o treinta de invierno y otras veinte de verano. Había encontrado el truco, pero este año quería cambiar un poco. Además, en 2018 me operaron los hombros, me rompí una pierna, y estar en la elite desgasta mentalmente.
P: Después de hacer retos con riesgo por todo el mundo, ¿a qué tiene vértigo?
R: Le tengo vértigo a la ciudad porque es un lugar que desconozco. Mi casa es la montaña. Puedo estar en Alpes, Pirineos o Himalaya y sentirlo así, pero puedo estar en Barcelona, Madrid o Nueva York y me siento forastero. Tengo miedo a eso, a dónde vamos como sociedad y a los problemas del medio ambiente, no a estar paseando en la naturaleza porque somos un animal más.
P: Hablar de trail o carreras por montaña es hacerlo de Kilian Jornet. ¿Le mete presión?
R: Es un orgullo hacer que haya más gente que practique trail y que vaya a la montaña. Es muy positivo que la gente vaya a la naturaleza y espero contribuir, no a que se haga más grande mi nombre, sino a que se conozca este deporte, haya más gente corriendo y se haga popular practicar deporte por salud y proteger la naturaleza.
P: Hace poco vimos unas imágenes del colapso que se produjo en la ascensión al Everest con las expediciones comerciales. ¿Qué sensación le produce?
R: Viendo las imágenes del Everest la sensación es triste, pero pensándolo bien hay que relativizar esto. Desde los años noventa hay dos o tres días al año que hay atasco con mucha gente subiendo a cima. Es una problemática que el gobierno de Nepal tendrá que regularizar, pero el resto de días la montaña está solitaria. Si quieres hacer alpinismo puedes hacerlo otros días. Esas imágenes no son buenas para el alpinismo, pero sirven para que algunos valles de Nepal puedan vivir.
Hay una masificación, habrá que llegar a un compromiso y a una regularización con las autoridades nepalíes, pero al final es lo que da dinero a muchos valles de Nepal.
P: ¿Esas imágenes son el reflejo de la sociedad en la que vivimos?
R: Hay una diferencia entre subir a una cima y estar en una cima. Subir es hacerlo con las capacidades de uno mismo y estar en una cima puedes haberlo hecho subiendo en helicóptero, telesilla, con dopaje o con otros métodos. La montaña no es solo para los alpinistas, esquiadores o corredores, sino para compartir, y cada uno con su coherencia y respeto hacia la naturaleza puede hacer lo que quiera.
P: ¿Se debería limitar el acceso a las grandes cumbres?
R: Cuando en una montaña hay mucha gente, también en Mont Blanc pasa, hay que buscar una regulación. Si lo haces en sentido económico conviertes a la montaña en elitista porque esa gente igual no es la más preparada, pero sí la que puede pagarlo. Las regulaciones deberían ser en base a la experiencia o a gente que haya hecho otras cimas altas.
La llamada al sentido común parece fácil, pero creo que es de lo más complicado hoy en día.
P: ¿Le gustaría participar en unos Juegos Olímpicos de invierno?
R: El esquí de montaña y el trail no son olímpicos y espero que no lo sean. Cuando era joven me hacia soñar con eso, pero hoy en día los valores fuertes de estos deportes son que el elite puede competir con el amateur. También tiene un recorrido atractivo y una cultura detrás y esto está alejado de los Juegos Olímpicos.
Esa parafernalia de los podios, los himnos, ir a un lugar a hacer unos Juegos está alejado de lo que entiendo por deporte de montaña.
P: ¿Cuáles son los valores del deporte en la montaña?
R: Hay que tener respeto al medio, ser conscientes de que somos parte de él, y que estamos de paso. Somos una cosa muy pequeña y debemos respetar la naturaleza. No hay que dejar más traza que nuestras pisadas. Con eso hablo también del respeto a las otras personas y no solo pensar en el resultado. Estamos en una sociedad que es muy resultadista, importa la clasificación, y en las empresas la posición en la jerarquía o el salario que tengas. No pensamos en lo que disfrutamos haciendo algo. El deporte se supone que es pasión, amor y el respeto a la naturaleza y a nosotros mismos es lo que debemos conservar.
P: ¿Qué le ha enseñado el riesgo que ha asumido en la montaña?
R: En la montaña, en situaciones de riesgo, no puedes abandonar, porque abandonar significa morir. Lo que tienes que hacer es seguir luchando y seguir bajando. La montaña te enseña a continuar luchando por supervivencia y sacar fuerzas cuando no hay más.
P: ¿Le da miedo la muerte?
R: La muerte no da miedo, el miedo lo da si atraviesas por ejemplo un alud que se puede romper. Sabes que la consecuencia puede ser desde romperte algo hasta morir. El miedo viene del detalle del peligro en un momento, pero el miedo a morir es el miedo a vivir en cierto sentido.
Tu llevas el volante y sabes los riesgos. En la montaña hay que saber cuando tienes el control y cuando no lo tienes no debes tener miedo porque puedes tomar decisiones estúpidas.
P: ¿Le gustaría que su hija practicara estos deportes?
R: Me gustaría que amara la naturaleza y la montaña. Si quiere hacer estos deportes la apoyaría. A pesar de que conllevan un riesgo también conllevan mucha vida. Todos vamos a morir en un momento.