El estadounidense Noah Lyles dio un golpe de autoridad camino de los Mundiales de Doha al vencer este viernes en la final de los 200 metros de la reunión de Lausana, octava parada de la Liga de Diamante, con un una marca de 19.50, la cuarta mejor de todos los tiempos.
Lyles, que rebajó en 20 centésimas la mejor marca mundial del año que poseía su compatriota Michael Norman con un crono de 19.70, se situó en la clasificación histórica por detrás de estrellas como Usain Bolt (19.19), Yohan Blake (19.26) y Michael Johnson (19.32).
Un dato que demuestra la soberbia actuación del velocista estadounidense en el estadio Pierre de Coubertain, donde sólo el ecuatoriano Alex Quiñonez, segundo con un tiempo de 19.97, nuevo récord nacional, se atrevió a hacer sombra a Lyles.
Lyles se perfila como el máximo favorito para alzarse con el oro en los 200 metros en los Mundiales que se disputarán el próximo mes de septiembre en Doha.
Una cita en la que habrá que tener muy en cuenta al polaco Piotr Lisek, que se alzó con el triunfo en la final del salto con pértiga con un mejor intento de 6,01, la mejor marca mundial del año.
El polaco tuvo que protagonizar el mejor concurso de su carrera para batir en el desempate al vigente campeón mundial, el estadounidense Sam Kendricks, que tuvo que conformarse con la segunda plaza con un salto de 5,95.
Pero Lyles y Lisek no fueron los únicos en brillar en Lausana, en una reunión en la que dos "viejos rockeros" como la jamaicana Shelly Ann Fraser-Pryce y el estadounidense Justin Gatlin se impusieron con autoridad en los 100 metros.
Fraser-Pryce, que el pasado domingo no pudo pasar de la octava plaza en la reunión de la Liga de Diamante disputada en la pista de la Universidad de Stanford (Estados Unidos), demostró este viernes todo su talento al imponerse en Lausana con un crono de 10.74.
Tan sólo una centésima más que el tiempo -10.73- que comparten Fraser-Pryce y su compatriota Elaine Thompson como la mejor marca mundial del año.
Gatlin, que en Stanford firmó un crono de 9.87, cuarta mejor marca mundial del año, se impuso en la ciudad helvética con un tiempo de 9.92, el mismo que le permitió proclamarse campeón del mundo en 2017 en Londres.
Igualmente brillante se mostró el keniano Timothy Cheruiyot, que se convirtió en el primer atleta en bajar este año de los 3:30 en los 1.500 al ganar este viernes en la ciudad helvética con un tiempo de 3:28.77
Casi un segundo y medio menos que el noruego Jakob Ingebrigtsen, que finalizó en segunda posición con una marca de 3:30.16, la mejor del nórdico.
En la memoria quedará también el fallo del etíope Hagos Gebrhiwet, que perdió cualquier posibilidad de alzarse con la victoria en la final de 5.000 tras confundirse y lanzar un demoledor ataque en la penúltima vuelta que el etíope creyó el último giro de la prueba.
Un error que le condenó a la décima plaza final en una prueba en la que se impuso su compatriota Yomif Kejelcha con un tiempo de 13:00.56.