Los servicios de emergencia han completado este martes una nueva jornada de búsqueda del triatleta portugués que el pasado domingo se hundió en el río Miño durante una competición sin rastro del mismo.
Fuentes del operativo consultadas por Efe han detallado que se han desarrollado a lo largo de la jornada diferentes inmersiones de buzos de la Armada en zonas rastreadas previamente con sonar y que se amplió un kilómetro río abajo, más cerca de la desembocadura del río, el ámbito de la búsqueda.
Este miércoles se retomarán las labores de búsqueda aunque con menos medios que en las jornadas precedentes.
De hecho, se efectuarán las últimas operaciones de buceo, pero, en cambio, se ampliará el ámbito de búsqueda en superficie y con patrullas por tierra ante la posibilidad de que las fuertes corrientes lo hayan alejado de la zona en la que se hundió.
El desaparecido es R.S., de 24 años, vecino de la localidad lusa de Barcelos, quien, según testigos presenciales, pudo haber sufrido una indisposición antes de hundirse en el río, tal y como informó a Efe el comandante del Miño, Juan Díaz, coordinador del dispositivo de búsqueda.
Según estos testimonios, nada más adentrarse en el agua, el joven empezó a sentirse en dificultades y pidió ayuda.
Una de las embarcaciones de seguridad de la prueba se aproximó pero cuando ya estaba cerca del joven sus tripulantes vieron cómo se hundía al fondo del río.
Fuentes consultadas por Efe precisan que el joven practicaba deporte con asiduidad, sobre todo carrera, pero que el del domingo era su estreno en un triatlón.
La prueba, denominada Triatlón de Amizade, en la que se inscribieron unos 300 deportistas, consistía, en la modalidad para adultos, en un sector de 750 metros a nado, otro de 20 kilómetros en bicicleta y un tercero de 5 kilómetros de carrera a pie.