El neozelandés Tomas Walsh, vigente campeón mundial, envió un serio aviso a todos sus rivales a tres semanas del inicio de los Mundiales de Doha, tras imponerse este viernes en la final de lanzamiento de peso de la Liga de Diamante disputada en Bruselas con un mejor intento de 22,30 metros.
Un lanzamiento que sirvió a Walsh, que se alzó con su tercer diamante, el segundo de manera consecutiva, para doblegar al brasileño Darlan Romani, segundo, y al estadounidense Ryan Crouser, tercero, que llegaban con mejores marcas que el neozelandés a la cita.
Circunstancia que no amedrentó al atleta neozelandés, que desde el primer lanzamiento evidenció en la plaza Brouckère de la capital belga, donde se celebró el concurso, el excelente momento de forma por el que atraviesa.
De hecho, ni Romani, el vigente campeón panamericano, que tuvo que conformarse con un mejor lanzamiento de 22,15, ni Crouser, último campeón olímpico, que firmó un mejor intento de 22,08, pudieron superar los 22,30 metros que Tomas Walsh alcanzó en su primera tentativa.
Todo un aviso para los Mundiales que arrancarán en tres semanas en Doha y en los que Walsh, que posee la tercera mejor marca mundial del año con 22,44 metros, intentará revalidar el título que conquistó hace dos años en Londres.