Los estadounidenses Donavan Brazier y Clayton Murphy, dos atletas entrenados por Alberto Salazar, suspendido cuatro años por infracción de las reglas antidopaje, disputan este martes la final de 800 metros de los Mundiales de Doha, junto con el español Adrián Ben.
Brazier, en posesión de una marca de 1:42.70 este año -tercera de los finalistas- y de un poderoso remate, es uno de los favoritos para alzarse con el título.
De conseguirlo, sería el primer estadounidense que gana una medalla de oro en un campeonato global (Juegos Olímpicos o Mundiales) desde que Dave Wottle se impuso en la final de los Juegos de Múnich'72.
La Agencia Estadounidense Antidopaje ha suspendido por cuatro años a Salazar "por organización e incitación a una conducta dopante prohibida" al término de una investigación de cuatro años sobre las prácticas utilizadas en Beaverton, sede del Nike Oregon Project que dirigía el exatleta.
Entre sus más famosos discípulos se encuentra el británico de origen somalí Mo Farah, cuádruple campeón olímpico (dobletes en 5.000 y 10.000), que trabajó con él entre 2011 y 2017; Matthew Centrowitz, campeón olímpico de 1.500 y Galen Rupp, doble medallista olímpico, pero también la holandesa Sifan Hassam, que acaba de conquistar en Doha el título de 10.000 y tiene todavía por delante el 1.500.
Salazar, de 61 años, se ha defendido: "Estoy conmocionado por las decisiones anunciadas. Durante toda la investigación mis atletas y yo hemos sufrido métodos injustos y contrarios a la ética. El Oregon Projet jamás ha permitido ni permitirá el dopaje. Voy a apelar", anunció el tres veces ganador del maratón de Nueva York.
La final masculina de 800 metros se disputa esta noche a las 22.10 horas locales (19.00 GMT).