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Ortega clama contra el "robo" en la final de 110 m vallas

José Antonio Diego

Doha, 2 oct .- Un robo, una estafa. Orlando Ortega no reparó en adjetivos para describir el incidente con el jamaicano Omar McLeod, campeón olímpico, que obstruyó al español, invadiendo su calle, en la final de 110 metros vallas que cerraba el programa de la sexta jornada de los Mundiales.

La delegación española ha solicitado la repetición de la final por entender que Ortega ha sido privado injustamente de una medalla que tenía prácticamente segura y que habría sido la primera del habanero en unos campeonatos del mundo. También la primera de España en estos Mundiales.

El accidente facilitó la victoria del estadounidense Grant Holloway, con un registro de 13.10, seguido del ruso Sergey Shubenkov con 13.15 y del francés Pascal Martinot-Lagarde, campeón de Europa, con 13.18. Ortega, totalmente desestabilizado, sólo pudo ser quinto, con 13.30.

Orlando Ortega, subcampeón olímpico en Río 2016 por detrás, precisamente, de McLeod, terminó quinto con 13.30 y su indignación no tuvo límites.

"Me parece un robo, una estafa. La IAAF tiene que hacer algo con este evento, porque no es la primera vez", declaró un airado Ortega tras la carrera.

"Me lo imagine, lo veía venir desde que me enteré que estaba al lado de él (McLeod). Yo sé que ellos son más rápidos que yo en las primeras tres vallas, pero también que soy más fuerte que ellos al final de la carrera", afirmó el español.

"Y justo cuando empiezo a avanzar, a empujar, que me veo metido en las medallas, viene, se mete en mi calle y yo tengo que apartarlo con una mano para poder pasar. Me han robado una medalla", denunció.

El rifirrafe de las vallas puso remate a una jornada en la que la británica Dina Asher-Smith, doble campeona de Europa de velocidad, trasladó sus dominios al mundo en 200 al dominar la final con un tiempo de 21.88, nuevo récord nacional británico.

La estadounidense Brittany Brown, plata con récord personal (22.22) y la suiza Mujinga Kambundju, bronce con 22.51, la acompañaron en el podio.

Las lesiones dejaron fuera, ya en Doha, a la campeona mundial, la holandesa Dafne Schippers, y a la campeona olímpica, Elaine Thompson; la más veloz del año, la bahamesa Shaunae Miller-Uibo, no competía en 200; la tercera del ránking, la nigeriana Blessing Okagbare, había sido descalificada, y la campeona del 100, la jamaicana Shelly-Ann Fraser-Pryce, renunció al 200.

En la otra final del miércoles, el polaco Pawel Fajdek se proclamó por cuarta vez consecutiva campeón mundial de martillo con un lanzamiento de 80,50 que le dio un margen ganador superior a los dos metros sobre el francés Quentin Bigot, sorprendente segundo con 78,19.

La medalla de bronce fue para el húngaro Bence Halasz con 78,18 metros.

Polonia tenía prácticamente garantizado su quinto título de martillo e incluso apuntaba a doblete con Wojciech Nowicki y Pawel Fajdek, los dos primeros del ránking mundial del año con marcas respectivas de 81,74 y 80,88.

Nadie más que ellos ha superado esta temporada la barrera de los 80 metros. El siguiente en la lista, el español Javier Cienfuegos, llegaba con 79,38 su cuarto récord nacional del año, y acabó séptimo con 76,57.

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