Carlos García.,Bragança (Portugal), 15 oct (EFE).- Braima, atleta de Guinea Bissau cuya imagen se hizo "viral" en los Mundiales de Doha cuando ayudó a entrar en meta al arubense Busby, asegura en una entrevista con EFE que no tendría problema en cambiar el premio Fair Play, si lo gana, por un Centro de Alto Rendimiento de Atletismo en su país.,Su vida no ha sido fácil y a sus 26 años tiene claro que la competición "tiene un límite" que nunca puede superar al de los valores humanos.,Siendo niño,
Carlos García.
Bragança (Portugal), 15 oct .- Braima, atleta de Guinea Bissau cuya imagen se hizo "viral" en los Mundiales de Doha cuando ayudó a entrar en meta al arubense Busby, asegura en una entrevista con EFE que no tendría problema en cambiar el premio Fair Play, si lo gana, por un Centro de Alto Rendimiento de Atletismo en su país.
Su vida no ha sido fácil y a sus 26 años tiene claro que la competición "tiene un límite" que nunca puede superar al de los valores humanos.
Siendo niño, iba a la escuela desde su aldea hasta la capital de la región, Catió, tras recorrer a diario 10 kilómetros, la mayoría por caminos de tierra que surcaba con sus compañeros hasta llegar a las aulas.
Desde hace 8 años, apadrinado por una ONG que le paga la manutención y vivienda, Braima vive en Portugal y está acabando su formación profesional en gestión en el Instituto Politécnico de Bragança, donde su profesor de Educación Física es uno de sus valedores, José Bragada.
Tiene un objetivo definido: regresar a Guinea para ver a sus padres con los que no está desde que se marchó en 2011 y poder desarrollar allí su vida profesional y deportiva.
Pregunta: Acaba de ganar la votación del público del Premio Fair Play y sólo falta la del jurado, que se fallará el 23 de noviembre.
Respuesta: No estoy acompañando las votaciones. Si gano, feliz por el reconocimiento, feliz.
P: ¿Cambiaría este premio por un Centro de Alto Rendimiento en su país?
R: Yo soy capaz de eso, sin problema ninguno haría ese cambio. Le diría a la IAAF que, si fuera posible, creen centros de alto rendimiento para jóvenes que quieren evolucionar, no sólo en Guinea Bissau, también en otras partes del mundo.
P: ¿Tiene la sensación de que, siendo el último fue el ganador?
R: En los primeros días estaba muy asustado, porque para mí no es más que una cosa normal (en relación al gesto de socorrer a Busby) y creo que todo el mundo lo haría. Pero, pasados unos días, tras recibir tantos mensajes, acabé por estar orgulloso. Lo de ayudarnos en las carreras es algo normal, no es raro y ocurre muchas veces cuando un compañero está mal.
P: ¿Recuerda cómo fue?
R: (Mira una de las fotos de la Agencia EFE) Estaba en la última vuelta antes de la campana y él -Busby- ya estaba en los 300 metros. Cuando levanté la cabeza vi que andaba de lado a lado y cuando me aproximé, comprobé que no aguantaba y decidí sujetarlo. Fueron unos 200 metros. Sólo le dije: ¡Vamos, que falta poco!, pero él no respondía, sólo al final, cuando me dio las gracias en inglés.
P: Cuál es el mensaje de su gesto en Doha?
R: Hasta cierto punto, hay que separar la competición y los valores humanos. Mis diez hermanos, mis padres y mi madrastra (su padre vive en la misma casa con su exmujer y su actual esposa) está orgullosos e impresionados. Son los valores humanos lo que importa, independientemente de ir a competir.
P: Que siente al mirar la foto (sujetando a Busby)
R: Esa foto,... Si alguien necesita ayuda no debemos pensarlo, si está a nuestro alcance.
P: Hiciste marca para ir al Mundial de Doha.
R: No tengo marca, fui por la invitación que recibió Guinea Bissau y tras los Juegos Africanos del pasado verano en Praia (Cabo Verde), me seleccionaron. Fue una sorpresa para mí y me preparé muy bien para ir.
P: ¿Su vida en Portugal?
R: Llegué en 2011, tras hacer un examen para venir a Portugal a través de la ONG "Na ruta dos povos" (En la ruta de los pueblos), que ayudan a jóvenes de Guinea Bissau para que estudien en Portugal. Estuve tres años en Mirandela (norte) y allí obtuve el título de técnico agrario. Fue donde empecé a hacer atletismo con la profesora Claudia. Y después, desde 2014, continúo mi formación en el Instituto de Bragança (norte), donde estudio gestión. Seguramente acabe en diciembre.
P: ¿Y después?
R: Espero regresar a mi país, trabajar allí, entrenar y ayudar a otros deportistas que quieren correr, porque hay personas con gran talento y capacidad. Quiero elevar el atletismo de Guinea Bissau, es mi deseo.
P: ¿Y su reto como deportista?
R: Hacer grandes marcas, espero situarme en los 27 minutos en la prueba de los 10.000 metros, para eso entreno con el Club de Atletismo de Maia, en la ciudad de Oporto.
P: Por cierto, ¿sigue a su compatriota Ansu Fati?
R: Es impresionante su talento. Estoy muy feliz por él, su victoria es la nuestra. Espero conocerlo, sería un orgullo enorme estar con él y conversar con él.