En el mundo del deporte hay personas no tan conocidas pero con una historia detrás tremenda. Y este es el caso de Lucía Martín-Portugués, cuarta del mundo en sable (modalidad de esgrima) y con varias medallas en los copas mundiales. Pero además, cuenta con una trayectoria de superación espectacular. Su carrera sirve de ejemplo y, de hecho, se ha convertido en una de las embajadoras Iberdrola, un título con el que la firma española distingue a algunos de los referentes femeninos del deporte español, en el marco de su apuesta por lograr la igualdad a través de la pasión por el deporte.
Unida a la esgrima desde bien pequeña, Lucía comenzó a tener problemas de salud cuando todavía era menor de edad. Sufría de mareos e incluso a veces llegaba a perder la conciencia. "Tengo una enfermedad, que me gusta visibilizar y que la gente que este a nuestro alrededor nos ayude. Y quitar el estigma con la enfermedad. Sufro epilepsia, pero soy una privilegiada porque dentro de los tipos de crisis, es el que menos afecta. Tengo crisis de ausencia", nos dijo Lucía en los micrófonos de 'ElDesmarque'.
Pese a lo que sufría, la sablista, después de ver a médicos, no le daba mucha importancia. Hasta la muerte de Antonio Puerta. "Me daban mareos pero no entendía o no recordaba nada. Cuando murió Puerta me asuste porque se mareaba como yo. Me empezaron a hacer pruebas. Primero de corazón, luego de resistencia y descartaron todo para mandarme a un neurólogo. Él me dijo que tenía epilepsia, me fueron mandando a otros especial y conseguimos dar con la tecla para saber con que medicarme", aseguró la madrileña, que pudo 'salvar su vida' con la ayuda de los médicos.
"Tengo el privilegio que hago vida normal, la que me deja la medicación por cansancio. Me auto regulo para no cansarme tanto y no puedo tener vida como todo el mundo porque elegí una vida deportiva. Pero teniendo una higiene de vida, durmiendo las horas necesarias y tomando medicación, puedo compaginarlo", dijo Lucía.
Pese a la medicación y al cuidado que Lucía sigue, la sablista nos cuenta que alguna vez ha tenido un susto en mitad de una competición. "Me ha pasado varias veces en competiciones. Alguna graciosas y otras no tanto. Estaba con mis compis en la competición del mundo y me dio una crisis. Yo lo siguiente que recuerdo es ver al doctor en la silla, diciéndome 'te ha dado una crisis pero luego sigues'. Me dio otra graciosa que me fui al equipo contrario, a su banquillo, y me dio por subirme y bajar de una silla. Mi compañera vino a salvarme y las chinas mirando pensando que se me había ido la cabeza", recuerda entre risas.
Ana Maria Lajusticia dice que ese tipo de epilepsia es por falta de magnesio.