Pequeños detalles pueden cambiar tu vida en un simple momento. Y esto es precisamente lo que le ocurrió a un hombre, Robert, que pasó de vivir en un garaje a poder pagar el primer depósito de su casa.
Sin duda, en el mundo de las apuestas hay que tener mucho cuidado. Siempre tienes que jugar con responsabilidad. Pero hay a veces, que una pequeña inversión logra cambiarte la vida para siempre. Y esto es precisamente lo que le ocurrió al siguiente protagonista.
Robert llevaba nueve meses viviendo en un garaje en Wellington debido a que se había quedado sin hogar. Vagabundeaba por la ciudad en busca de monedas que le dieran la oportunidad de comer. Y durante la Copa Melbourne de Hípica tomó una decisión que recordará para toda la vida.
Con 3 libras (unos cinco dólares y unos 3.40 euros), Robert se presentó en el Hipódromo de Flemington (Victoria, Australia), donde se disputaba la Copa Melbourne, una competición de carrera de caballos de pura sangre. Realizó una apuesta con los cuatro primeros finalistas de la "carrera que detiene a una nación", según ha informado New Zealand Herald.
Y todo le salió a pedir de boca. Without A Fight fue el ganador 7-1 con Soulcombe 17-2 segundo, Sheraz 150-1 tercero y Ashrun 25-1 cuarto. Justo cómo él había apostado. En ese momento, esas tres libras se convirtieron en 51.250 (cerca de los 60.000€). Algo de lo que se dio cuenta mientras fumaba un cigarrillo fuera del lugar y ante lo que alucinó, llegando a recargar la página hasta tres veces.
"Fue un proceso bastante emotivo, amigo. No podía creerlo y pensé: 'algo debe estar mal aquí'. Entonces, entré en mis apuestas fáciles y me di cuenta de que había una marca verde al lado de mis primeras cuatro apuestas fáciles de $5 (£3) con £51,250 libras", dijo Robert al periódico.
Los trabajadores de la casa de apuestas no se lo podían creer y sacaron cervezas para celebrarlo, además de un trofeo como el de la Copa Melbourne. Y en ese momento, cambió su vida. "He pasado de ser una persona sin hogar, sentado en un garaje, a finalmente poder pagar el depósito de una casa", dijo el hombre, que sin duda, podrá ser feliz a partir de ahora.