Shohei Ohtani, el deportista mejor pagado, acusó a su antiguo intérprete, Ippei Mizuhara, de robarle una millonaria suma de dinero. Una situación que descubrió por diversas denuncias de periodistas que hicieron públicas en diversos momentos de la temporada. Los medios señalaron una supuesta relación con una red de apuestas deportivas ilegales. Todo ello además unido a una deuda que supera el millón de dólares.
El lanzador y bateador nipón defendió en una conferencia de prensa afirmando que "nunca aposté al béisbol ni en ningún otro deporte" ni tampoco pidió que lo hicieran en su nombre. "Nunca acudí a una casa de apuestas para apostar en deportes", explicó. En ese sentido, se mostró "triste y sorprendido", por ver cómo alguien en quien confió "haya hecho esto". Señaló que Ippei "ha estado robando dinero de mi cuenta y ha dicho mentiras". Mizuhara intentó defenderse explicando que el jugador se ofreció a pagar la deuda, lo que fue negado por el propio Ohtani que fuera cierto.
Según ESPN, el intérprete fue despedido después de que se hubieran realizado 4,5 millones de dólares en transferencias de la cuenta del jugador a una operación de apuestas. Tras descubrir el jugador que estaba siendo víctima de "un robo masivo", se dirigió a las autoridades. Entre los movimientos que pudo recoger el medio estadounidense, había dos pagos de medio millón de dólares enviados en septiembre y octubre, Ambas se realizaron a una cuenta asociada a un corredor de apuestas del sur de California llamado Mathew Bowyer. Si bien se ha conocido que el propio Bowyer sí ha mantenido contactos con Mizuhara, su abogada reconoció que "nunca conoció ni habló con Shohei Ohtani".
El jugador, elegido dos veces MVP, se marchó de Los Angeles Angels al otro equipo angelino. En su nuevo club ha firmado un contrato de diez años por 700 millones de dólares. A su vez, Mizuhara ha sido el intérprete de Ohtani desde que llegara a los Estados Unidos en 2018. Ahora, este gesto del intérprete ha hecho que la relación profesional haya acabado.