WInamax lo ha vuelto a hacer. La sala gala cierra su Winamax Poker Open Bratislava con un éxito de participantes a la altura de las ediciones anteriores. La última jornada del torneo, que se desarrolló desde el jueves pasado en Bratislava (capital de Eslovaquia), Sin renunciar al formato de Sismix (mesas de seis jugadores) que lo hacen más ágil y ameno, Winamax convirtió el Crowne Plaza de la capital en un centro de juego y diversión que abría al mediodía y cerraba a altas horas de la madrugada. Al final, tras 14 horas de juego, el belga Aliosha Staes y una escalera pusieron punto y final a cuatro magníficos días de diversión y póker.
1⃣🏆 ALIOSHA STAES se corona campeón de este Main Event #WPOBratislava pic.twitter.com/lbCLVeBqgi
— Winamax Póker (@Winamax_Espana) September 30, 2024
De los 1516 participantes en el evento principal (la mayoría franceses, eslovacos y de países de la zona) y el domingo a las 18.17 horas quedaban los seis últimos clasificados para la mesa final (cinco franceses y un belga).
A las 18.49 h cayó el quinto clasificado (Pastore) y ahí empezó el abismo. Durante cinco horas los últimos cuatro fueron intercambiando golpes sin un favorito claro. Valentin Imperatore (FRA), Timothe Labassa (FRA), Benjamin Hammann y Aliosha Staes (BEL) parecía que no podían o no querían ganar y, al filo de la media noche la palabra pacto porque no parecía que ninguno quisiera ganar. A las 12 y 20 cayó Valentin (30.000 euros de ganancias); a las xxx
A la 1.36 de la madrugada, tras un triple all-in cayó Benjamin Hammann (43.000 euros) y dejó que fueran Timothe Labassa y Aliosha Staes los que protagonizaran el headsup final (cara a cara) que terminó por determinar el ganador del WPO. Marcaban las 2.19 h en el reloj de la mesa cuando Aliosha Staes se proclamaba campeón con una escalera hasta el 8.
El belga se embolsa los 90.000 euros del primer premio del evento principal y deja a Timothe con 62.000 euros. Y es que, hay que recordar que, entre todos los eventos, Winamax ha repartido 1.4 millones de euros en cuatro días
Al corte del sábado llegaron 252 jugadores que, poco a poco fueron eliminándose hasta dejar 16 para el domingo, cuando pasadas las doce del mediodía comenzaba la gran final. Y, mientras tanto, por los pasillos del Casino uno podía cruzarse con profesionales como Gus Hansen, Calamusa, Kitai.. auténticas leyendas del juego de las 52 cartas.
No faltó de nada en la cita: competitividad, actividades lúdicas paralelas (Beer pong, pingathlon, música, tienda, fiestas etc..), que convierten a los torneos de Winamax en los más deseados y divertidos para los jugadores. Pero tampoco profesionales del ramo como Amadi, el mejor jugador de póker del mundo, que cayó el sábado, o Leo Margets, la mejor jugadora española de todos los tiempos, así como diversos creadores de contenido como La Cocina del Pirata; Un tío blanco hetero; Viviendo en la Calle, Ricky Edit, Peereira7, Breixo el mago Alberto Montalvo y el luchador de MMA Eduardo Riego.
Por lo que a la armada española se refiere, una vez más hubo una gran representación. Más de medio centenar comenzaron la aventura centroeuropea y un tercio de ellos pasaron la primera criba. El día dos sobrevieron 15, pero el sábado fue negro para los intereses patrios. Todos a excepción de uno cayeron en el camino.
🥊 Ya estamos con la mesa final en el #WPOBratislava, aquí están los 7 jugadores que han llegado a la final del Main Event🫳
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Y es que, de los 17 jugadores en total que amanecieron vivos el domingo, sólo había un único español entre ellos, el rapero Midas Alonso: Famoso tras viralizar la frase "¿Dónde está Sturridge?" y que con su juego agresivo logró llegar al domingo con un stack que supera el 1.8 millón de fichas. Era un stack corto y quedó finalmente en decimocuarta posición. 5.500 euros para el caballero que acaba de sacar al mercado "Pájaro, pájaro".
Fue, sin duda, un gran final de fiesta para el rapero que está aprovechando su estancia en Bratislava para grabar su último trabajo y que pudo, ya descalificado, disfrutar con el resto de los presentes de una apasionante jornada final que terminó a bien entrada la madrugada. ¿La conclusión? El esfuerzo organizativo valió la pena viendo como el mejor premio, al margen del monetario, fue la sonrisa esbozada en el rostro de más de millar y medio de participantes. Como para no repetir la experiencia. Próxima gran cita: Marrakech.