Este fin de semana, María Xiao hizo historia junto a Álvaro Robles al conseguir la medalla de oro en el dobles mixto en los Europeos de tenis de mesa. Tras conseguir el diploma en los Juegos Olímpicos de París 2024, la catalana ha hecho doblete en Linz al sumar un bronce en individual a ese campeonato continental.
Tras el mismo, la palista repasó sus objetivos más inmediatos una vez logrado este doblete, que se suma al bronce en el dobles femenino conseguido hace dos años en Múnich. En una entrevista para Marca, la jugadora también ha hablado sobre el racismo que ha sufrido en ocasiones en España y en Portugal, donde también residió, por su procedencia china.
"Estoy acostumbrada. Es verdad que tú me ves y no parezco española. ¿Esa es la realidad, no? Ojalá podamos cambiar esa mentalidad sobre cómo se supone que debe ser y cómo no un español pero es bastante complicado. No tengo ni idea de cómo se soluciona algo así", declaró María Xiao.
La palista reconoce que ahora no tiene problemas en este sentido pero que, de pequeña, sí veía un trato diferente: "Ahora mismo no me siento excluida y estoy plenamente integrada en España pero es verdad que, cuando era pequeña, en Portugal, sí que lo sentía porque ya sabemos cómo son los niños. ‘Mira, ahí va la china’, escuchaba a otros compañeros en el cole. En ese momento sí que me molestaba un poco".
La historia de María Xiao arrancó en la localidad barcelonesa de Calella, donde nació de padres jugadores de tenis de mesa, aunque antes de cumplir el año de edad se mudó a Chengdú, China, donde vivía su abuela. Con dos años se fue a vivir con sus padres a Madeira y allí vivió hasta que cumplió los 17 años y, un año después, fichó por el UCAM Cartagena y comenzó a representar a España.
En Marca, la palista también ha querido celebrar esas dos medallas conseguidas este fin de semana en Austria: "La medalla en el dobles mixto me la esperaba porque éramos los terceros cabezas de serie. Por otro lado, nunca había imaginado que subiría a un podio individual en un campeonato tan importante".
"Mi mejor ránking ha sido el 54 y, tras este bronce, voy a estar cerca de ese puesto cuando se actualice. Si logro asentarme entre las 50 mejores del mundo espero subir más puestos en el futuro inmediato. A partir de ahora veréis a una María que va a disfrutar más del ping-pong porque voy a jugar mucho más tranquila. No voy a ponerme tanta presión. Necesitaba un resultado como este a nivel individual para ganar confianza", finalizó la campeona europea.